La pandemia del coronavirus generó un impacto económico negativo en la mayoría de las industrias que será difícil de revertir. Además, obliga a las distintas actividades económicas a cambiar y transformarse, para poder continuar operando en este contexto. La gastronomía es, quizás, una de las más afectadas y actualmente busca ideas para que los distintos locales puedan seguir vendiendo sus productos.
En la Argentina la situación es complicada. A principios de abril, la Federación Empresaria Hotelera y Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) anunció que estiman pérdidas por 28.500 millones de dólares este año en consecuencia de un 45% en la caída de su facturación. Mientras que el delivery se estableció como el procedimiento más sencillo para continuar operativos, algunas provincias empezaron a delimitar protocolos para la reapertura de los establecimientos.
Una de ellas es Córdoba donde se estipularon ciertas limitaciones a la cantidad de personas que pueden ingresar y el uso obligatorio de alcohol en gel y tapabocas. Pero además, incluyeron un ítem que señala el camino que podría seguir la industria en general. “Promoción de cartas digitales o con código QR para evitar las cartas físicas de cartón o papel plastificado”, indica el escrito.
La carta digital es una herramienta que nació antes de la pandemia pero que no solían ser bien recibidas por los dueños de los establecimientos. “La verdad es que no había mucha intención de escucharnos cuando íbamos a plantear la idea. Tenían su forma de hacer las cosas y no querían abrir mucho la cabeza”, cuenta Agustín Perrotta a PERFIL. Sin embargo, esa situación cambió y en la actualidad decenas de establecimientos comenzaron a implementarlas.
Así es el protocolo de atención en restaurantes, delivery incluido
Perrotta tiene 27 años y es ingeniero en informática. Hace tres años, mientras cursaba, comenzó a diseñar y programar una plataforma con la cual buscó establecer el primer servicio de “cartas digitales” en la Argentina. En la actualidad, esa aplicación web, llamada LOVEAT, se convirtió en una herramienta indispensable para amoldarse al contexto de pandemia. “Mediante un escaneo de un código QR o el ingreso a través de un link, los clientes de un local pueden acceder a la carta. Así se pueden ver los productos, descripciones de los platos, fotos, la contraseña del WiFi, recomendaciones y también los precios. Y como es autogestionada, los propios dueños la pueden actualizar cuando sea necesario sin sumar costos de impresión. Por lo tanto, ya no se necesitan las cartas tradicionales que, según nuestra visión, tampoco te permiten una idea completa sobre la experiencia”, señala Perrotta.
Para el usuario la implementación es sencilla y no requiere descargar ninguna aplicación. Solo escanea el código QR o ingresa al link y ya puede ver la carta virtual. “Antes de la pandemia registrábamos unos tres mil accesos mensuales. Ahora estamos con unos 50 mil por mes”, comenta el creador de la plataforma para demostrar que el interés de los consumidores por estas herramientas aumentó. En relación a los clientes de LOVEAT también se registra un crecimiento exponencial durante la pandemia. Antes de establecerse la cuarentena obligatoria tenían 15 clientes mientras que hoy superan los 200.
En varios países de Europa, las cartas digitales son de uso obligatorio para los locales que quieren volver a recibir gente durante la pandemia. En Córdoba ocurrió una situación similar y es probable que continúe expandiéndose su uso tanto en Argentina como en el resto del mundo. Y no solo durante las distintas cuarentenas que se aplican sino también una vez finalizadas las mismas.
CP