Si en las Paso, Javier Milei supo aglutinar el "voto bronca" contra la casta política, Sergio Massa supo capturar el "voto miedo" para llevarse el triunfo en primera vuelta y generar así un balottagge que se definirá el próximo 19 de noviembre.
Mientras el candidato de Unión por la Patria logró dar vuelta la elección en ocho de las 19 provincias que el oficialismo había perdido en las PASO, Javier Milei logró mantener su caudal electoral con respecto a las primarias, pero se estancó. Tres de cada 10 argentinos lo respaldaron, pero no le alcanzó para superar al ministro candidato que paradójicamente es el responsable de una inflación mensual que llega al 12 por ciento.
La realidad económica que golpea el bolsillo de los Argentinos, el escándalo protagonizado por Martín Insaurralde, las tarjetas de Chocolate Rigau y la numeróloga del Banco Nación no perjudicaron a Massa que desde las Paso -como dijo en su discurso al celebrar su triunfo en primera vuelta-, creció 15 puntos.
El exintendente de Tigre pudo recuperar Tucumán, La Rioja, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, seis provincias de las 16 que Milei ganó en las PASO, y le arrebató a Patricia Bullrich en Corrientes y Entre Ríos, donde había ganado Juntos por el Cambio. Y fue determinante haberle sacado más de 17 puntos a Milei en la provincia de Buenos Aires y 9 en Tucumán -el quinto distrito en cantidad de electores de todo el país-.
Hasta aquí Massa supo canalizar el voto miedo de una sociedad que veía con temor el discurso de Javier Milei, un cambio radical que genera adhesiones entre millones de argentinos, pero también pánico, por lo que supone un salto al vacío. Y el "plan platita" con aroma electoralista surtió efecto. Porque entre tanta inflación que se devoran los ingresos, Massa logró poner pesos en los castigados bolsillos de los argentinos.
Y muy atrás quedó Patricia Bullrich que recibió una paliza electoral que arrastro hacia abajo a Juntos por el Cambio. A tal punto que el PRO se quedó solo con la ciudad de Buenos Aires con un Jorge Macri que irá al ballotagge con Leandro Santoro.
Y habrá que ver qué posición adopta el radicalismo de cara al 19 de noviembre, que cuenta con 10 gobernaciones y qué factura le pasará al macrismo que con este resultado electoral y con un discurso sin propuestas quedó afuera de todo.
Algunos datos electorales
El resultado de las elecciones presidenciales tuvo la particularidad de que por primera vez desde la creación de las PASO la fuerza política que ganó las primarias no pudo mantener el primer puesto en las generales.
En las PASO del 4 de agosto de 2011, Cristina Kirchner obtuvo el 50,24 por ciento y en las generales del 23 de cotubre el 54,11 por ciento.
En el 2015, la fórmula oficialista, Daniel Scioli-Carlos Zannini, ganó las PASO con el 38,67% de los sufragios y las generales con el 37,08%. Sin embargo, en el duelo mano a mano del balotttagge quedó para la oposición, que llegó a la Casa Rosada con el 51,34% frente al 48,66% del Frente para la Victoria.
En 2019, el Frente de Todos, que presentó como fórmula a Alberto Fernández-Cristina Kirchner, se alzó con las PASO con un contundente 47,79% frente al 31,80% del binomio de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto.
Tras una fuerte campaña, el líder del PRO logró recortar la diferencia, pero no pudo torcer el rumbo del resultado: Alberto Fernández se consagró como Presidente electo con el 48,24%, mientras que Juntos por el Cambio quedó con el 40,28%.
De cara al balottagge, Massa dijo que "se murió la grieta" sin embargo, parece ser que Milei recogió el guante dejado por Juntos el Cambio y de acá a la segunda vuelta, protagonizará el segundo capítulo de una grieta que promete seguir: "Enfrente tenemos a una organización criminal. El kirchnerismo es lo peor que le ha pasado a la Argentina. Durante 100 años vivimos una decadencia total que el kirchnerismo se encargó de profundizar".