Sus partidarios llegan a la capital de Brasil en autobuses, sus abogados libran batallas legales, y su partido realiza huelgas de hambre, sentadas y conferencias de prensa en defensa de su derecho a competir por el máximo cargo del país.
En público, los aliados del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva están haciendo todo lo posible para que el líder izquierdista encarcelado pueda postular en las elecciones de octubre, una batalla cuesta arriba que comienza con la inscripción de su candidatura el miércoles a pesar de una condena por corrupción. Incluso amenazan con no reconocer el resultado de la votación si no puede participar.
Sin embargo, en privado muchos líderes de su Partido de los Trabajadores dicen que Lula debería, y lo hará, eventualmente retirarse si las autoridades electorales le impiden postular como lo establece la ley. En lugar de seguir luchando por su candidatura en los tribunales y en las calles, y poner en riesgo la elección completa, quieren que la opción número dos del partido, el exalcalde de São Paulo Fernando Haddad, tome el relevo.
"Lula tiene un profundo respeto por las instituciones", dijo a Bloomberg News el senador Humberto Costa, uno de sus aliados más cercanos. "Jugará dentro de las reglas del juego", dijo, sugiriendo que el expresidente y su partido eventualmente respetarían cualquier decisión judicial.
Incertidumbre prolongada
Las dudas sobre la candidatura de Lula exacerbaron las que ya se perfilan como las elecciones más inciertas desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985. Con 13 candidatos presidenciales en campaña y sin otro favorito claro aparte del expresidente, es una carrera abierta con la apatía e indecisión de los votantes máximos. Incluso si Lula no se postula, su apoyo podría ser suficiente para impulsar a Haddad a una segunda vuelta electoral, según muestran las encuestas. Eso podría poner nerviosos a los inversores cautelosos de las promesas de su partido de revertir las recientes leyes favorables al mercado como un límite constitucional del gasto y la desregulación del mercado laboral.
Los votantes podrían estar hasta tres semanas antes del día de las elecciones sin saber si Lula, el actual líder en las encuestas de opinión, puede postularse. Ese es el plazo máximo para las apelaciones a las autoridades electorales.
Cronograma para la postulación electoral de Lula
Inscripción El plazo para la presentación de documentos a las autoridades electorales es el 15 de agosto a las 7 pm hora local
Impugnaciones judiciales El 16 de agosto comienza el período de cinco días para las impugnaciones judiciales contra cualquier candidatura
Juez asignado Un juez del Tribunal Superior Electoral, o TSE, será asignado para supervisar el caso después de que se presente una impugnación judicial
Defensa Los abogados de Lula tendrían entonces un período de siete días para presentar su defensa
Decisión El juez a cargo del caso tiene libertad para fallar por si solo o presentar el caso ante el plenario del TSE; los abogados de Lula pueden apelar una decisión de un solo juez ante el plenario del TSE y la decisión del TSE ante el Supremo Tribunal Federal de Brasil
Fecha final La ley electoral de Brasil establece que la legalidad de todas las candidaturas, incluidas las apelaciones, debe resolverse antes del 17 de septiembre a más tardar.
Su probable reemplazo, el exalcalde de São Paulo, actualmente tiene solo una fracción del apoyo de Lula en las encuestas y no está claro cuántos de esos votos migrarían hacia él. Una encuesta de Datafolha mostró en junio que el 30 por ciento de los votantes apoyaría a quien eligiera Lula, el 17 por ciento consideraría su opinión y el 51 por ciento definitivamente rechazaría al candidato que elija.
