ECONOMIA
Mal pronóstico para la situación laboral

La expectativa de creación de empleo, en el peor nivel desde febrero de 2014

Según un relevamiento del Ministerio de Trabajo, en junio la cantidad de empresas que previó tomar gente fue menor a la que manifestó que espera despedir personal.

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Según el informe un 7,8% de las empresas consultadas espera aumentar su dotación de personal en los próximos tres meses, y un 6,7% prevé reducirla. | Cedoc

El índice de empleo cayó en junio 0,1% en relación a mayo, según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo, mientras que las expectativas netas de trabajo para los próximos tres meses se deterioraron fuerte al ubicarse en 1,1%, el nivel más bajo desde febrero de 2014, cuando se encontraba en un valor similar, también después de un impacto devaluatorio. Esta es la primer fotografía oficial de lo que sucedió en el mercado laboral en junio donde se registró una corrida cambiaria en la que el valor del dólar saltó de $25,5 a principio de mes hasta $29,5 el último día hábil mensual.

A su vez, el empleo verificó en junio una leve suba de 0,3% si se compara con junio de 2017. La EIL es solo un anticipo de lo que pueden mostrar los datos del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) dado que solo abarca ciertos aglomerados y no a todo el país.

La expectativa neta de empleo de 1,1% en junio surge como resultado entre un 7,8% de las empresas consultadas que espera aumentar su dotación de personal en los próximos tres meses, y un 6,7% que prevé reducirla. Se evidenció un deterioro significativo dado que ese guarismo en mayo estaba en 3,4%, y en meses anteriores oscilaban entre 5% y 6%.

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“Con expectativas entre 3% y 6% se prevé empleo estable para los próximos meses, por arriba de ese nivel se cree que va a crecer, y por abajo que puede caer, aunque no es una predicción segura”, señaló José Anchorena el encargado de la Dirección de Estudios Macroeconómicos y Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo que presentó las cifras. El funcionario planteó que “las expectativas muestran un retroceso importante”, aclaró que la encuesta “se realizó a principio de julio” -todavía en plena turbulencia cambiaria- por lo que consideró que “lo que no está claro cuánto de eso será predictivo, o cuánto es una cuestión relacionada al brusco cambio del mercado cambiario”.

Anchorena evaluó que la situación del mercado laboral es “de estabilidad con leve caída, por ahora no es una caída relevante, pero hay una señal de alerta que son las expectativas neta, pero que pueden tener el ruido de ser tomadas en un momento de mucha volatilidad (del dólar)”.

En ese marco, eludió proyectar como evolucionará el empleo en el tercer trimestre “por la incertidumbre” aunque consideró que “ahora hay un nuevo clima de estabilidad” cambiaria.

Anchorena precisó además que en junio se desaceleró la tasa de entrada laboral y explicó que eso “da la impresión de un freno en la toma de decisiones de contratación de las empresas” aunque remarcó que “la tasa de despidos no aumentó, y tampoco hay incrememento de las tasas de suspensiones a junio”.

Si se analiza por ramas de actividad, Anchorena resaltó que “el cambio fundamental” es que el sector de la construcción empezó a mostrar caída del empleo: las cifras definitivas de mayo del SIPA arrojaron una destrucción de 1.600 puestos laborales, contrastando con las 5.000 o 6.000 fuentes que se venían creando mensualmente, y los datos de la EIL de junio ratificó esa tendencia con un descenso de 0,9% contra mayo y de 0,6% en la variación interanual.