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EJECUTIVAS LÍDERES

El ‘salario emocional’ agrega más brecha a las posibilidades de ascenso de las mujeres

Todos los beneficios que no implican dinero y, especialmente, vinculados a compatibilizar profesión y vida familiar y maternidad, tienen cada vez más peso en la toma de decisiones de las trabajadoras cuando deben elegir si aceptan o no un puesto de conducción. Seis de cada diez ejectivas líderes en Argentina admitieron que la flexibilidad horaria para pasar más tiempo con sus familiares y más capacitación son claves al tomar decisiones en sus carreras.

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Ir por más. El desafío es brindar herramientas para escalar posiciones compatibles con las tareas de cuidado y vida familiar. | shutterstock

En la Argentina, seis de cada diez mujeres estarían dispuestas a renunciar a su trabajo si no cuentan con un “salario emocional” acorde con sus expectativas. El término “emocional” aplicado al salario implica todos aquellos beneficios que no son dinero, pero que forman parte de los motivos por los cuales una persona trabaja.

El dato corresponde a un estudio de Cuponstar, que hizo un sondeo entre mujeres líderes del país. Entre los resultados de la encuesta, el estudio asegura que “el 67% de las mujeres declaró que considera importante contar con mayor flexibilidad horaria, días libres para pasar más tiempo con sus familias y capacitaciones en general”, como los beneficios prioritarios dentro de este salario emocional. Las giftcards (26%) y los descuentos en distintos productos (7%) quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.

 “Es un término que tomó mayor relevancia a raíz de la pandemia”, aseguró a PERFIL Luciana Psenda, mánager de Marketing y Comunicaciones en Cuponstar. Se trata de beneficios “que se separan y a su vez complementan el salario económico”, una tendencia que se profundizó “por las nuevas prioridades de los empleados orientadas a la salud mental”. Dentro de esta categoría, aseguró la especialista, se incluyen diferentes beneficios no económicos que permiten a los empleados y empleadas de una empresa “sentirse cómodos” y que “mejoran su calidad de vida”. Entre estos beneficios, agregó Psenda, están además el horario flexible, los “planes de capacitación, clases de yoga, sesiones de psicoterapia, salas de lactancia, días por pérdida gestacional” e incluso “giftcards” o “beneficios en criopreservación”.

El concepto de salario emocional empezó a estudiarse hace poco más de diez años, aunque los beneficios no remunerativos tienen una larga historia.

Solo un 15% de las mujeres encuestadas no considera necesario establecer un esquema de trabajo híbrido, pero el 80% piensa que las empresas tienen que adaptarse a esta nueva realidad.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres opinó también que el sistema de trabajo remoto es más complejo para ellas que para los hombres, por el rol asignado al género en materia de cuidados.

Algunas argumentaron que les resulta más difícil concentrarse en el hogar, que a las mujeres “se les asignan más responsabilidades hogareñas” y que, en muchos casos, el hecho de realizar home office las pone en una situación de doble labor simultánea.

Para los hombres, lo más importante en el salario emocional son las capacitaciones y no tanto la posibilidad de horarios flexibles o trabajo remoto.

“Lo que más me gusta son los cursos que tenés disponibles, tanto obligatorios como no obligatorios”, contó a PERFIL Hernán Gines (36). “Los que más me interesaban eran los de Office, programación y diseño”.

Para Gerónimo Bazán Pereyra (26), que es ingeniero en sistemas y trabaja en una empresa dedicada al comercio electrónico, son importantes beneficios como “el trabajo por objetivos”, ya que permite mayor “flexibilidad horaria”, los cursos de capacitación, el trabajo remoto, los chequeos médicos gestionados por la empresa, “en donde nos agrupan todos los estudios en un día”, los beneficios para compras en ciertos lugares “con un 70% de descuento” y “la flexibilidad para definir los días en que nos tomamos vacaciones”.

Según el informe citado, “el 50% de las empresas encuestadas le otorga un alto nivel de importancia al wellness y al bienestar”, e invierten tiempo y dinero en cuestiones como “apoyo psicológico, consultas con nutricionistas y reuniones periódicas para conocer el estado emocional de sus empleados”.

Para medir el impacto del estado emocional en el trabajo, Marisa Elizundia, especialista en recursos humanos y desarrollo de personas, creó un “barómetro del salario emocional”. A él se puede acceder mediante una página web en la que, pagando una suma de 20 euros y contestando ciertas preguntas, se recibe un informe personalizado sobre la calidad del salario emocional que un empleado recibe.

En la página web explican que se trata de una herramienta “que te permite conocer los beneficios emocionales que obtienes actualmente en tu trabajo” y que tienen “un enorme impacto en tu motivación, productividad y bienestar”.

Y si bien “los beneficios relacionados al bienestar y la flexibilidad horaria son las nuevas exigencias en el mercado laboral”, como aseguran desde Cuponstar, también es cierto que este tipo de beneficios no reemplazan la necesidad de un pago adecuado en dinero.