El pasado fin de semana una corredora se desvaneció al llegar a la meta de la Media Maratón de Buenos Aires y permaneció “22 minutos muerta”. Como fue atendida inmediatamente por un equipo médico, lograron salvarle la vida con masajes cardíacos y tareas de reanimación.
Manuela Burgueño Ipinza es una profesional de la salud chilena de 30 años y sufrió muerte súbita al finalizar la maratón. “Estoy bien, procesando todo. Viva y muy agradecida. Estuve 22 minutos muerta”, declaró a La Nación.
“Crucé la meta, me desvanecí, me atendieron al tiro. Eso fue lo que en verdad me salvó la vida, porque si no hubiera estado todo el equipo de emergencia, que estaban encargado de esto, yo no estaría contando esto. Esto es de verdad, porque fue todo muy rápido, un muy buen equipo, me hicieron muy buenas compresiones, muy buen trabajo”, detalló.
“Yo primero tuve una taquicardia ventricular, en la que se puede usar el DEA porque es desfibrilable. Pero luego tuve actividad eléctrica sin pulso. Eso no se puede desfibrilar, entonces me pasaron adrenalina y otra medicación. Con eso me sacaron del paro”, explicó.
Tras ese episodio la corredora no tuvo ninguna consecuencia de salud, según los estudios médicos no aparece ninguna lesión neurológica y su corazón está normal. Fue atendida por personal del Hospital Fernández y luego fue trasladada al Hospital Alemán.
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