La muerte súbita es un deceso natural provocado por una causa cardiovascular que se produce de forma inesperada en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado.
En un 70% de las veces este tipo de episodios se producen en el ámbito domiciliario o laboral y no en centros médicos, de ahí la importancia de saber cómo actuar frente a los mismos. En Argentina, se estima que la muerte súbita afecta a 40 mil personas por año.
Los últimos días de agosto se lleva a cabo la Semana de la Lucha Contra la Muerte Súbita, una iniciativa de la Fundación Cardiológica Argentina para concientizar sobre la importancia de saber Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y usar un Desfibrilador Externo Automático (DEA). El lema de este año es “mi vida en tus manos” con la idea central de impulsar la capacitación de toda la población en estas maniobras.
En un 70% de las veces los casos de muerte súbita se producen en casa, la calle o el trabajo
Según datos de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), la muerte súbita representa la mitad de las muertes cardiovasculares y el 25% del total de los decesos en adultos. En el 50% de los casos se da en personas sin una enfermedad cardíaca conocida, siendo ésta su primera y única expresión. Suele producirse pasados los 40 años de vida.
Ante un caso de muerte súbita lo fundamental es actuar con rapidez para poder salvar la vida de la persona. “No todo el mundo va a sobrevivir, pero responder de forma veloz a través de la RCP o una desfibrilación precoz aumenta las chances de supervivencia”, explica a PERFIL Fabián Gelpi, secretario y coordinador de RCP de la FCA.
Los indicios para identificar si se está frente a un episodio de muerte súbita es chequear si la persona está consciente y si respira, que se puede recordar con las siglas Re-Re (responde y respira).
Se calcula que por cada minuto de demora en hacer RCP, se pierde un 10% de posibilidad de sobrevida. "Si en 10 minutos nadie actúa, la chance de sobrevivir es del 0% por eso la importancia de que toda la comunidad y sociedad sepa hacer estas maniobras porque los médicos no estamos siempre presentes cuando suceden. Hay que tratar que la mayor cantidad de gente posible sepa hacerlo", precisó en diálogo con este medio Diego Pereyra, médico especialista en Terapia Intensiva y Tecnólogo, coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos del Sanatorio Güemes y Director Médico de MEDIVAC (M.N. 122603).
“Lo bueno es que la RCP la puede hacer cualquiera, por eso se recomienda que no solamente uno sepa sino todos los del entorno, porque si le sucede a uno deberán ser los demás quienes actúen”, completa Gelpi.
Una mujer tuvo convulsiones en un supermercado y la salvaron con maniobras de RCP
Cómo realizar las maniobras de RCP
- Tras chequear que se trata de un caso de muerte súbita (con las siglas Re-Re) hay que llamar inmediatamente a la ambulancia o pedirle a un tercero que lo haga. El número nacional es el 107.
- Colocar a la persona tendida de espaldas sobre una superficie firme y plana.
- Ubicar una mano en el centro del pecho (sobre la mitad inferior del esternón) y la otra encima, con los brazos rectos para aplicar presiones rítmicas, fuertes y rápidas (entre 100 y 120 compresiones por minuto) hasta que la víctima se recupere, se emplee un DEA o que llegue personal sanitario.
- Si es posible, emplear un Desfibrilador Externo Automático (DEA).
"La fuerza que se emplea tiene que ser la mayor posible para deprimir el tórax entre 4 y 5 centímetros. Se basa en tirar todo el peso de uno encima del pecho de la persona. Además, hay que recordar no interrumpir por nada del mundo la maniobra. Está demostrado que a los 2 minutos de iniciar la RCP uno se cansa por lo que es importante poder cambiar con otro, y si no lo sabe explicarle y darle las instrucciones para que siga", precisa Pereyra.
No hay que interrumpir por nada del mundo la maniobra de RCP hasta que llegue la ambulancia o la persona se recupere
El médico especialista en Terapia Intensiva y Tecnólogo detalla que hacer RCP solo con las manos aumenta un 4% la chance de sobrevida, pero si se le suma DEA el porcentaje se eleva hasta un 75". "Con el desfibrilador externo automático las reglas del juego cambian. Debería haber tantos desfibriladores como extintores, tendría haber en todos lados", agrega.
El desfibrilador externo automático cuenta con dos botones: uno de apagado y encendido y otro para realizar la descarga eléctrica. "El DEA funciona pegando dos parches en el centro del tórax de la persona, que van a llevar a cabo un electrocardiograma para detectar si uno está en paro cardíaco o no. Para ello, el equipo chequea si hay fibrilación ventricular y taquicardia ventricular: si es afirmativo el equipo da instrucciones de disparar una descargar eléctrica. El equipo es seguro y da todas las indicaciones necesarias para luego iniciar las maniobras de RCP, marca el ritmo y las recomendaciones para llevarla a cabo", indica Pereyra.
Existe una Ley Nacional Nº 27.159, sancionada en 2015 pero que se encuentra aún sin reglamentar, que exige la instalación de DEAs en los espacios públicos y privados de acceso público.
B.D.N.MC