Tras pasar por la segunda noche de un apagón apagón casi total, los cubanos se preparaban este domingo para el inminente impacto del huracán Oscar, que afectará principalmente la zona este de la isla. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), la tormenta afectará a Cuba hasta el próximo martes, con fuertes lluvias y vientos que este domingo llegaban a 130 km/h.
Oscar se mueve por el Caribe en dirección oeste-suroeste, a 19km/h y a mediodía estaba a unos 185 km de Guantánamo, según el último reporte. El alerta de huracanes sigue vigente para el sureste de las Bahamas y la costa norte de las provincias cubanas de Holguín y Guantánamo, en el este.
Pero más allá de las consecuencias que Oscar puede provocar en la desvencijada infraestructura cubana, el problema más grave de los habitantes de la isla en esta hora es la crisis energética: casi todo el país lleva dos días sin luz debido a una avería en la principal central termoeléctrica, que provocó la caída de la red.
El presidente Miguel Díaz-Canel dijo el sábado por la noche en la red X que "ya se trabaja arduamente para la protección del pueblo y los recursos económicos, ante la inminencia del huracán Oscar".
"Igualmente se atiende la situación energética" de la isla, añadió, pero lo cierto es que más allá de la palabras del mandatario comunista, los cubanos de a pie viven un verdadero calvario luego que saliera de servicio la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal de la isla y ubicada en Matanzas (occidente).
"Ya es demasiado estrés..."
"La situación es bien difícil, intento mantener la calma, porque ya es demasiado estrés en este país", declaró a la AFP Yaima Valladares, una bailarina de 28 años. Por su parte, Isabel Rodríguez, de 72, se quejaba: "Cómo no se nos va a enredar la vida, si no tenemos nada, ni los motores del agua pueden ponerse"..
Los cubanos sufren desde hace meses prolongados apagones. El jueves, un día antes del apagón total, solo tenía luz el 50% de la red.
Solo hoteles, unos pocos hospitales y algunas casas particulares cuentan en Cuba con generadores propios."La gente está un poco alterada por tanto tiempo sin corriente y sabrá Dios cuándo la irán a poner", señaló Rafael Carrillo, un mecánico de 41 años, que contó a la AFP que llevaba caminando casi cinco kilómetros por falta de transporte.
"Te pasas cuatro o cinco horas esperando la guagua (autobús) y cuando pasa, pasa repleta y no para", señaló con cansancio sobre la casi nula circulación de transporte público.
El jueves, Díaz-Canel señaló que la crisis energética obedece a la dificultad para comprar el combustible que necesita el sistema eléctrico, debido al embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962. Ese mismo día, el gobierno anunció la paralización de labores estatales para enfrentar la crisis que en las últimas semanas ha dejado a la población de varias provincias hasta 20 horas sin luz en un día.
Los cubanos sufren desde hace tres meses prolongados apagones, con un déficit de hasta el 30% en la cobertura nacional. El jueves, un día antes del apagón total, llegó al 50%.
Un sistema penoso
En Cuba, la electricidad se genera a través de ocho desgastadas termoeléctricas dependientes de combustibles, que en algunos casos presentan averías o se encuentran en mantenimiento, así como de algunas plantas flotantes -que el gobierno renta a empresas turcas- y grupos electrógenos.
Pero en su mayoría, esta infraestructura requiere de combustible para funcionar, algo que en la isla no es fácil de conseguir.
Así que la escasez de alimentos, medicinas, una inflación disparada y apagones crónicos limitan el desarrollo de las actividades productivas, poniendo a Cuba frente a su peor crisis económica en tres décadas. Los apagones fueron uno de los detonantes de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021.
AFP/HB