El escenario cambió y el año electoral ya corre. La orden de Alberto Fernández fue contundente: las escuelas deben funcionar para iniciar las clases bajo un sistema mixto que incluya la presencialidad. En el gobierno nacional argumentan que, a diferencia del año pasado, en noviembre llegó la recomendación de la OMS de mantener los establecimientos abiertos durante la pandemia, a lo que suman la evidencia internacional que demuestra posible el regreso a las aulas. Pero la decisión también tiene que ver con los votos: ahora el oficialismo no está dispuesto a dejarle la bandera de la defensa de la educación a Juntos por el Cambio.
El Presidente suele hacer un balance positivo de la gestión de la pandemia durante 2020, aunque hoy reconoce que el hecho de que la mayoría de los alumnos no hayan regresado a las aulas fue un error no solo sanitario (ya que el riesgo era bajo) sino también político. En la Casa Rosada admiten que los ciudadanos no acompañaron la medida, al mismo tiempo que vieron como la oposición se fortaleció al reclamar el inicio de clases en las escuelas.
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En este sentido, la orden del Presidente llegó semanas atrás. Fue el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero el encargado de transmitirla al ministro de Educación, Nicolás Trotta: ya no hay lugar para mantener solo un sistema virtual.
El propio Fernández lo comenzó a hablar con algunos jefes provinciales. Cada uno pondrá la fecha de inicio y hasta ahora todos coincidieron en volver a las aulas con los protocolos necesarios. En el Gobierno ya tienen un mapa de cada provincia. El inicio será entre el 17 de febrero y 15 de marzo.
“Vamos a garantizar la presencialidad para el inicio del ciclo lectivo”, dijo Trotta ante PERFIL.
El ministro comenzó una recorrida por el interior del país. En Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja repite lo mismo: las clases tienen que empezar. En los territorios peronistas, el funcionario además les transmite el mensaje de la Casa Rosada. “No podemos permitir que se especule con el regreso a clases y que dejemos que la oposición levante la bandera de la defensa de la escuela cuando destruyeron la educación en los últimos años”, les dijo a gobernadores como José Luis Manzur, Raúl Jalil y Ricardo Quintela, entre otros.
Esta semana, el ex presidente, Mauricio Macri se metió en la pelea política por el inicio del ciclo lectivo. “Abran las escuelas”, fue el título del texto que publicó en las redes sociales. “Quizás debimos ser más firmes nosotros, dejamos que durante estos días se vuelvan a subir a un debate que ya Alberto dijo que esta vez no lo abría. Debimos decir que las clases comenzaban con más énfasis”, reconoció ante este medio uno de los ministros más fuertes del gabinete.
El Gobierno no quiere que el plan de vacunación se interponga en la negociación con los gremios. “La vacuna no es una condición indispensable pero sí servirá para fortalecer el inicio de clases e intensificar la presencialidad en las semanas siguientes”, explicó Trotta.
Trotta les pidió a los gobernadores peronistas pelear la bandera de la educación
Sin embargo, el Gobierno pensó en adelantar los tiempos de la vacunación a docentes. En el ministerio de Salud aseguran que en febrero ya podrían a suministrarles las primeras dosis. La estimación es que hay que llegar a cerca de un millón 400 mil docentes. Existen un millón 100 mil maestros que reciben el incentivo docente a los que se les debe sumar algunos educadores del sector privado y los trabajadores no docentes.
En la provincia de Buenos Aires también estiman vacunar a los 400 mil trabajadores en febrero. Se sentarán a negociar con los gremios docentes. El titular de Suteba, Roberto Baradel, repitió durante el año pasado que no estaban dadas las condiciones para volver a las aulas y anunciaba que los docentes retomarían la actividad presencial con la vacuna. En el gobierno de Axel Kicillof explicaron que siempre la prioridad fue llega a este sector. Si las dosis llegan según el cronograma de Nación, en las primeras semanas de febrero estarían las vacunas destinadas para los docentes.
En los últimos días, por el Covid positivo, algunos funcionarios bonaerenses se comunicaron de manera informal con Baradel. En esas conversaciones también avanzaron en la organización de una convocatoria formal para discutir protocolos. En la gobernación aseguran que esta vez, no habría grandes resistencias.
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En el Gobierno esta semana se habló sobre la necesidad de que la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y los gremios docentes no se nacionalice. “Si la Ciudad de Buenos Aires continúa una pela feroz con los gremios y no puede comenzar las clases, debemos mostrar cómo se pudo arrancar en todo el resto del país”. Por esto, una vez más, lo que suceda en el territorio bonaerense será clave.
“Nosotros somos el Gobierno que restituyó la paritaria docente. Dialogamos siempre con los gremios, los vamos a convocar en febrero para discutir salarios y vamos a seguir dialogando. El problema de la educación no son los sindicatos. El problema es cuando la política le da la espalda a la escuela con conflictos y desinversión que es lo que se hizo durante el gobierno de Macri”, concluyó Trotta ante PERFIL.