Ante el ruido que generó en la opinión pública el acuerdo con China para incrementar la producción y exportación de cerdos hacia ese país, el Gobierno anunció que demoraría la firma del memorándum de entendimiento hasta noviembre a fin de fortalecer las cláusulas medioambientales del documento. No obstante ello, hay razones políticas detrás de esta movida que poco tienen que ver con lo sanitario y mucho más con la voluntad de sanear el mensaje en torno a esta millonaria inversión, quizás de las más importantes en volumen que se reserva el Gobierno en medio de la crisis de 2020. De cumplirse con ese plazo, y mientras la oposición insiste con leer "la letra chica", el acuerdo podría reservarse para una posible visita del presidente Alberto Fernández a Shangai ese mes, siempre que la pandemia lo permita.
Los funcionarios nacionales dan por seguro que la firma tendrá lugar en noviembre ya que el documento, cuyo texto aún no trascendió, ya tiene el visto bueno del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, en Pekín. Solo restaban consensuar una serie de detalles por parte del embajador argentino en ese país, Luis María Kreckler, antes que el articulado definitivo regresara a Buenos Aires y se concretara la firma bilateral en modo virtual. Originalmente, se pensaba para el transcurso de agosto pero el domingo a la noche, a través de un tuit, la Cancillería informó la decisión de postergarlo dos meses con el fin de fortalecer las cláusulas ambientales.
El documento, cuyo texto aún no trascendió, ya tiene el visto bueno del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, en Pekín. Solo restaban consensuar detalles por parte del embajador Luis María Kreckler
"Hemos incorporado especialmente al Memorándum de Entendimiento con China un artículo donde se asegura el respeto de las leyes de protección ambiental, los recursos naturales y la bioseguridad. Por eso, su firma se atrasará hasta noviembre", publicó el ministerio en su cuenta oficial. No brindaron mayor detalles respecto a qué pasos corresponderían al fortalecimiento de este aspecto a tono con el reclamo público de las organizaciones ambientalistas. De hecho, algunos de los funcionarios nacionales que siguieron la negociación también desde el Ministerio de Agricultura afirman que ya había un artículo en ese sentido. Hasta ahora, la letra definitiva —o casi, si se modificara ahora— no se publicó.
También del lado diplomático insisten en que las condiciones sanitarias y ambientales estaban contempladas en el memorándum original. Y entienden esta movida como una decisión política para "sanear" la comunicación en torno a una inversión de 3800 millones de dólares de forma tal que no se desvirtúe ante la opinión pública en medio de un halo de dudas y denuncias que el Gobierno se esmera en negar. Algunos cuestionamientos surgieron del mismo equipo nacional, desde la cartera que comanda Juan Cabandié, y cuyo aval se buscaría ganar ahora. Además, el Gobierno se ha reunido con algunas de las asociaciones denunciantes para desactivar sus planteos públicos e incluso ha transparentado algunos números del entendimiento para corregir los que circulaban en público. Así y todo no lo consigue del todo.
Apenas unas horas después del anuncio oficial de adhesión de bonistas privados al canje de deuda, con el que el Gobierno pretende ganar la agenda positiva, la Plaza de Mayo se convirtió en el escenario de una manifestación ecologista contra el acuerdo porcino con China. Hubo réplicas, a menor escala, en algunas ciudades en las provincias, como Reconquista, Rosario y Gualeguaychú. Y hace solo una semana, la organización Eco House hasta trasladó el reclamo a las puertas misma del ministerio a partir de una movida en las redes sociales. En la Cancillería, miran con cierta desconfianza a una parte del movimiento ambientalistas. Cuestionan el origen de los recursos que administran para desarrollar campañas de propaganda que desbordan lo virtual.
Cancillería atrasó el acuerdo de producción porcina para China hasta noviembre
Mientras tanto, desde la oposición, ya son cinco los pedidos legislativos que tramitaron diputados y senadores de diversas fuerzas políticas en busca de mayores detalles sobre el memorándum. Cuatro de ellos provienen de la Cámara Baja, por parte de Graciela Camaño (Consenso Federal), Nicolás del Caño (FIT), Mariana Zuvic (Coalición Cívica) y Martín Berhongaray (UCR) y una de la Alta, a cargo del senador Mario Fiad (UCR). Plantean sus dudas sobre qué tipo de producción se evalúa "para proteger la producción nacional, particularmente a los pequeños y medianos productores"; los reaseguros "en caso de que el producto no fluya en su totalidad a China y se vuelque en parte al mercado interno deprimiendo los precios locales" y las previsiones "para evitar que capitales extranjeros comiencen a comprar campos y granjas de nuestro país", entre otras cuestiones. En Cancillería aseguran que ya respondieron a muchas de esas preguntas.
Por su parte, el radical chaqueño Víctor Zimmermann presentó una serie de sugerencias para el montaje de esas granjas en lo que atañe a la eliminación de residuos y generación de energía para su funcionamiento, solo para mencionar algunas. Va en la misma dirección que los otros legisladores aunque con un espíritu menos crítico. "Los Organismos Nacionales de control deberían rever en forma muy severa las Normas y Procedimientos vigentes en nuestro país para esta rama de la Producción y además interiorizarse muy bien de las normas y procedimientos probados y utilizados por países como EEUU y la Unión Europea que utilizan desde hace muchos años el sistema de cría de cerdos en forma intensiva en gran escala y de manera segura, por lo que más allá que los procedimientos y normativas utilizadas en nuestro país son de probada calidad, no estaría demás ver si se puede agregar algún valor procedente de la experiencia de aquellos países que tienen trayectoria probada y exitosa en este tipo de operaciones", puntualiza el legislador.
Desde la oposición, ya son cinco los pedidos legislativos que tramitaron diputados y senadores de diversas fuerzas políticas en busca de mayores detalles sobre el memorándum
Acorde a un documento de la Cancillería al que pudo acceder PERFIL a comienzos de agosto, el esquema de incremento de la producción que el Gobierno plantea sobre la base del desarrollo de 25 unidades integradas de 12 mil madres cada una contemplarían "plantas de elaboración de alimento balanceado, biodigestores (generación de energía y bio fertilizantes), criadero ciclo completo, frigorífico exportador, proceso sin laguna de efluentes y oficina de SENASA y ADUANA". En ese mismo documento se estipulaba la fecha inicial pretendida para la firma dentro del mes en curso y ya se mencionaba "un encuentro entre empresarios y autoridades en el marco de la feria CIIE de Shangai en caso de que se confirmara la realización de la misma de forma presencial". De momento, ese viaje sigue en pie con la expectativa de que sea Fernández quien encabece una nutrida comitiva.
MB / DS