El personal que trabaja en el Monte Everest confirmó a la cadena BBC que 17 alpinistas extranjeros debieron ser retirados del Campamento Base Sur de la cadena montañosa que comparten China y Nepal, porque tenían síntomas de Covid-19.
Hasta ahora, el gobierno de Nepal dijo desconocer que se hubieran registrado enfermos de Covid-19 en el Monte Everest. Sin embargo, pidió que si es así, los alpinistas permanezcan en cuarentena en Nepal antes de emprender el ascenso de la cadena montañosa asiática.
El Everest tiene dos vías de ascenso: una noreste, con campamento base en Tibet; y otra sudeste, vía Nepal. El Campamentos Base Sur, a 5.364 metros de altura, se encuentra en la ruta más concurrida por los alpinistas. Además, varios otros escaladores fueron aislados porque tenían síntomas sospechosos.
La mayoría de ellos fue trasladado a varios centros de salud de Kathmandú, capital de Nepal.
Según informó a la cadena BBC la clínica CIWEC, especializada en medicina del viajero, todos los que habían llegado a sus instalaciones en la capital nepalí fueron casos positivos de coronavirus. Permanecerán allí recibiendo atención y tratamiento, ya que el lugar, inaugurado en 1982, ofrece tecnología que sigue los estándares de la medicina occidental.
Everest, un techo caro
Escalar hasta la mítica cima del Monte Everest es una travesía que, si logra completarse, insume dos meses y cuesta US$ 42.000. La primera temporada alta sucede entre abril y junio; la segunda, entre septiembre y octubre. Requiere un entrenamiento previo prolongado y extremo alcanzar la cima de 8.848,86 metros y la vía Sur es la más recomendable. Aquí es donde se registraron los casos confirmados de coronavirus.
El Everest recibe unos 800 escaladores por año y aunque eso signifique contaminación, también deja ganancias. El 2019 fue excelente y los administradores de las montañas recogieron 11 toneladas de basura del Campamentos Base del Everest y de los poblados que también cumplen ese rol en la travesía ascendente: Namche Bazaar (a 3,440 metros), Dingboche (a 4.260 metros), Gorakshep (5140 metros), Kala Patthar (5,545 metros) y finalmente el Campamento Base Sur.
En cada una de estas paradas, los escaladores suelen permanecer un mínimo de dos días para aclimatarse y evitar los riesgos físicos que causa el mal de altura. En cada una de estas paradas hay refugios, tiendas, provisión de comidas y bebidas; elementos que son transportados por “sherpas”, con el auxilio de animales de carga. En el techo del planeta, sin duda, suele haber un alto tránsito.
Covid-19 en el Everest
En 2020, la pandemia, privó al gobierno del turismo de montaña y así, de uno de sus mayores ingresos. Todos los escaladores vuelan hasta Kathmandú y luego toman otro avión hasta Lukla, el punto de partida de la travesía terrestre hacia este sector de las montañas del Himalaya. Es decir, de movida, dos tickets aéreos redondos que ya quedan en Nepal.
En octubre, el príncipe Nasser bin Hamad Al Khalifa, de Bahrein "los salvó" al pagar US$ 1,5 millón para que cerraran el monte Manaslu para escalarlo a solas con su comitiva. Un auténtico regalo del cielo que no creían que se repetiría en 2021.
Pensando en eso, en esta primavera, el gobierno levantó algunas restricciones y se otorgó un centenar de permisos de ascenso. Hasta la fecha, “solo” se retiraron 2,2 toneladas de plásticos, botellas y desechos reciclables en el campamento base. Una señal de la merma de ingresos y visitantes.
Nepal, según datos de la Universidad John Hopkins, registró hasta ahora 351.005 casos de coronavirus y 3.417 muertes, pero el número de casos aumentó drásticamente en las últimas semanas, superando un promedio diario de 7.300 nuevos pacientes. Nepal tiene la tasa de infección más alta entre los países limítrofes con India.
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