Ya no hay escenario de pospandemia. En el gobierno de Alberto Fernández admiten que dejaron de planificar el relanzamiento de la gestión como una salida del aislamiento, sino que deben comenzar a reactivar la economía incluso durante la cuarentena. Por eso, mientras llegan las semanas más duras con los números de contagios y fallecidos por coronavirus, en la Casa Rosada terminan de diseñar el plan que el Presidente presentará como eje de su gobierno. Allí los gobernadores volverán a ocupar el rol protagónico que el Covid-19 no los dejó tener.
Es el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, quien encabeza la planificación del Gobierno que se concretará durante 2021. La cuarentena no le permite viajar, pero coordina reuniones por Zoom con gobernadores para avanzar en los próximos anuncios que Alberto Fernández anticipó que serán presentadas como las “60 medidas” de su gobierno en las próximas semanas.
De Pedro explica que la pandemia concentrada en los grandes centros urbanos dejó aún más al descubierto que Argentina necesita un reordenamiento poblacional. Según sus números, solo en el corredor industrial La Plata-Rosario está concentrado el 62% del empleo registrado formal. Para un desarrollo más equitativo, el Gobierno deberá garantizar, sobre todo, la creación del empleo genuino privado.
Para esto, los reclamos de los gobernadores van desde abaratar los costos de transporte, diseñar una salida a los puertos del Pacífico y la mejora de los caminos rurales hasta aspectos que tienen relación con la energía, como la finalización del gasoducto del Noreste.
El lanzamiento de las 60 medidas tendrá eje en la economía y será con los gobernadores como protagonistas. “Tenemos que fortalecer el federalismo”, repite De Pedro. Durante las próximas dos semanas terminará la ronda de consultas con los mandatarios provinciales con los que no terminó de definir las futuras inversiones. Ya lo hizo con Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Misiones, Entre Ríos, Corrientes, San Luis, Tucumán, Tierra del Fuego, Neuquén y Río Negro.
Le queda por recorrer San Juan, Salta, Chubut, Santa Cruz, Buenos Aires y Capital Federal, entre otras. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ya le adelantó a Fernández las necesidades para 2021 en un almuerzo que compartieron el viernes en la quinta de Olivos. Allí repasaron la situación epidemiológica en los distritos del Conurbano pero también avanzaron en la planificación de medidas económicas para el territorio bonaerense.
Cuando De Pedro hable con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quedará claro que el gobierno nacional ya no quiere quitarle los puntos de la coparticipación que le sumó Mauricio Macri durante la gestión anterior.
El vínculo entre Fernández y el dirigente de Juntos por el Cambio no es el mismo del inicio de este gobierno y no será este el año en el que se peleen por el dinero transferido a la Ciudad. Incluso algunos se animan a decir que tampoco será 2021. En el oficialismo no querrán perder aún más votos de un electorado porteño ya esquivo.
En la Casa Rosada prometen que habrá fondos y obras para las provincias pero no se discutirá este año un nuevo sistema de coparticipación. “Primero hay que volver a recaudar”, dicen.
Los pedidos de los gobernadores que recibe De Pedro después son analizados por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Aseguran que será una distribución equitativa y de acuerdo a las urgencias que dejó la pandemia.
A De Pedro y Cafiero los sorprendió escuchar que el gobernador de Misiones diera números positivos de su economía durante estos meses. El jefe provincial Oscar Herrera Ahuad les dijo, entre risas y en modo de broma, que la mejor medida después de la cuarentena sería cerrar el puente con Paraguay porque, con las fronteras cerradas, los misioneros ya no cruzan al país vecino a hacer las compras y se benefició el consumo interno.
No son muchas más las provincias que hablan de números positivos. Incluso los dos funcionarios admiten que solo Catamarca por ahora se suma a esa lista. Reniegan de las quejas por el envío de fondos. “Protesta Alfredo Cornejo que no es el gobernador de Mendoza ya pero después llama Rodolfo Suárez a pedir disculpas y agradecer la ayuda”, deslizan en la Casa Rosada.
En su escritorio, Cafiero tiene impreso los fondos transferidos a los territorios provinciales durante los meses de pandemia. Remarca Mendoza, que ya recibió $ 7.231 millones solo por el Ingreso Familiar de Emergencia.
Entre los anuncios de las 60 medidas que se harán junto a los gobernadores habrá proyectos de ley, programas y decretos enfocados en la economía, con eje en la creación de empleo privado y obra pública, y la cuestión social. Estará focalizado en avanzar hacia “un país más federal”. “La pandemia muestra que la concentración de la población y de las oportunidades viene también con una concentración de problemas. Esa Argentina desequilibrada siempre fue injusta. Ahora también vemos que no le conviene a nadie”, evalúan en el Gobierno.
Este plan servirá también para revivir la alianza con los gobernadores con los que Fernández busca gobernar y seguir ampliando el frente electoral. Ante los cruces internos, sabe que en los jefes provinciales tiene aliados que prefieren siempre la moderación y el equilibrio.
Albertnomics:
- El gobierno de Alberto Fernández quiere frenar la emisión monetaria para controlar la inflación. Para eso, tiene que desarmar el esquema de las Leliq, una de las promesas de campaña.
- El segundo objetivo es acelerar el acercamiento de las bandas cambiarias entre el dólar oficial y el paralelo. Si lo logran, no descartan levantar el cepo paulatinamente en el mediano plazo.
- También quieren revisar el esquema de subsidios que se implementaron durante la pandemia. La idea es reducirlos para aliviar el frente fiscal.
- Buscarán aumentar la recaudación ampliando la base imponible en Bienes Personales y Ganancias.
- El Gobierno también lanzará un plan de vivienda y obras públicas para reactivar el empleo.