El Día Latinoamericano de Prevención de Quemaduras coincide con el primer día del año con temperaturas que sobrepasan los treinta grados en casi toda la Argentina, por lo que es importante conocer cuáles son los cuidados necesarios para evitar lesiones Desde la Fundación Benaim señalan que la principal causa de estas afecciones es “la transgresión”.
“Advertir sobre los peligros de pasar un semáforo en rojo, del mal uso de un solvente o de exponerse al sol a mediodía es inútil si no logramos operar sobre esa tendencia a la transgresión que se intensifica en el marco de lo social, y que termina atentando contra nuestra integridad”, explicó a Télam Alberto Bolgiani, presidente de la Fundación Benaim, institución especializada en la prevención y tratamiento de las quemaduras.
Las quemaduras afectan a unas 200 mil personas por año en la Argentina, de las cuales la mitad son niños. Estas se intensifican en primavera y verano con la exposición solar, por un lado, y por la pirotecnia en las épocas festivas. Respecto a la radiación, la dermatóloga Cecilia Remes Lenicov explicó a PERFIL que el cuidado debe estar presente todo el año con factores de protección de más de 30 en invierno y más de 50 en verano y en las áreas costeras más de 50 en invierno y más de 90 en verano.
Además de la temperatura es necesario tener en cuenta los elementos de reflexión de la luz como la arena, el mar o la nieve. “Aunque se esté debajo de una sombrilla, es recomendable no hacerlo en horarios en los que la radiación es mucho más intensa, entre las 9 de la mañana y las 17, porque, si bien no se recibe el sol que viene desde arriba, sí se reciben las reflexiones de radiación ultravioleta desde la arena, nieve, lago, mar o agua estancada que haya”, explicó la especialista.
Trabajan en una vacuna contra el cáncer con la tecnología de AstraZeneca contra el COVID-19
“El protector debe estar permanentemente en mayores de un año, en menores de un año no se indica la colocación de protector solar y no pueden estar expuestos al sol, no deben estar en la playa”, subrayó. Los niños hasta los 12 años deben usar aquellas pantallas indicadas para uso pediátrico y, a partir de los 12, pueden usar lo mismo que los adultos.
La dermatóloga especificó que la protección debe renovarse cada dos horas y complementarse con el uso de gorras, anteojos, ropa con filtro UV y si no se puede acceder a estas ropas, se recomienda usar camisolas o vestimentas de telas finitas que cubran la mayor cantidad de piel.
“El daño solar es acumulativo”
“La prevención es primordial para evitar que la radiación solar modifique el ADN de las células y, a lo largo del tiempo, esa radiación solar acumulada es la que produce el cáncer de piel en la adultez”, subrayó Remes Lenicov. “El cáncer de piel no melanoma, que son menos agresivos y que quizás, no se llevan la vida del paciente, son derivados del daño acumulado a lo largo de la vida, desde que se expone por primera vez hasta la adultez”, detalló.
En cambio, el cáncer de piel melanoma “es el que sucede por las exposiciones intermitentes, pero intensas”. La especialista señaló que, en el caso de los bebés, además de la protección es necesario que tengan ropa fresca, que estén en lugares aireados y mantener la hidratación con agua de forma constante.
RB CP
