Japón se está convirtiendo en un país “de viejos”, ya que la tasa de natalidad alcanza el umbral más bajo que se haya registrado en más de 40 años. Y la falta de niños no se detiene.
Así lo reconoció el mismo Ministerio del Interior de Japón, durante la jornada de la fiesta nacional dedicada a la infancia.
El último censo realizado en el país archipielágico, apenas el 1º de abril, la población infantil menor de 14 años es de 14,93 millones; esto significa 190.000 niños menos respecto del año pasado, el 2020. Y además, el número más pobre desde que comenzó a medirse esta variable en las estadísticas, en el año 1950.
En términos porcentuales, esa cantidad de sangre joven representa sólo el 11,9% del total de la población de Japón. Algo por debajo del 12,2% de Corea del Sur y el 13,3% de Italia.
Japón, casi sin niños
El mismo ministerio también informó que la población infantil menor a dos años es sólo de 2,65 millones, lo que arroja una proporción etaria muy por debajo de las otras franjas, un dato preocupante que subraya la notable merma de nacimientos.
El aumento de la tasa de natividad de niños en Japón llegó a su pico en 1954, cuando casi rozaba los 30 millones. En los primeros años de la década del 70, esa curva se aceleró nuevamente, pero comenzó a decrecer en 1982 y nunca se detuvo.
“Los datos de hoy están en neto contraste con la franja de edad de los mayores de 65, que actualmente representan el 28,75 % de la población, de 126.190.000 habitantes”, consigna la agencia ANSA.
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