Giorgio Jackson, el ministro más cercano al presidente Gabriel Boric, su compañero de camino político desde la época de rebeliones estudiantiles, anunció este viernes su renuncia indeclinable al cargo de ministro de Desarrollo Social, acosado por un inminente juicio político al destaparse presunta corrupción en la entrega de fondos públicos a fundaciones privadas.
Para medir la magnitud que el caso tiene en el gobierno de Boric, basta señalar que Jackson no solo es uno de los mejores amigos del presidente, sino que además fue uno de los fundadores de Revolución Democrática. Acompañó al mandatario desde la época en que eran combativos dirigentes estudiantiles y su salida se enmarca en un enfrentamiento, con la Justicia y la oposición, que no dejaban otro camino para el gobierno que su salida.
La oposición de derecha había anunciado la presentación de un segundo juicio político contra Jackson, por las denuncias de pagos irregulares en el llamado "Caso Convenios", y además habían redoblado la presión a Boric señalando que si no exigía la renuncia de Jackson, no se tratarían los proyectos que están bajo análisis en el Congreso.
"Después de sostener una reunión con el presidente, he tomado la decisión de presentar mi renuncia de forma indeclinable", se limitó a decir Jackson; que seguía liderando a Revolución Democrática, la formación más importante del Frente Amplio, parte de la coalición de gobierno que respalda al presidente Boric.
"Chile está cansado de vernos pelear", dijo Jackson en un mensaje en el palacio presidencial. La oposición lo acusa de haber orquestado un sistema de pagos a fundaciones sociales formadas por miembros de su partido político y de otras agrupaciones de gobierno.
Los partidos políticos opositores habían condicionado también a la presencia de Jackson en el gabinete el negociar varias reformar sociales, como un pacto fiscal o una reforma a las pensiones, lo que en la práctica mantenía semiparalizado al gobierno.
Jackson y Boric forjaron juntos su carrera política cuando eran dirigentes estudiantiles. Desde allí saltaron al Congreso, ambos como diputados, y luego al gobierno, cuando el 11 de marzo de 2022 Gabriel Boric se convirtió en el mandatario más joven en asumir la presidencia de Chile, a los 36 años.
Jackson es considerado también el artífice de la irrupción de la izquierda radical en Chile, pero el "Caso Convenios" lo dejó bajo la lupa al verificarse la asignación directa de fondos estatales por 530.000 dólares a la fundación Democracia Viva, dirigida por integrantes de Revolución Democrática y que había sido creada poco tiempo después del triunfo electoral de Boric.
“Llegué a esta convicción después de reflexionar bastante y constatar de que Chile está cansado de vernos pelear, está cansado de que existan excusas para poder avanzar en una reforma a las pensiones, en las reformas necesarias para tener un sistema de cuidados, de poder avanzar en la reducción de las listas de espera, los temas de seguridad”, dijo Jackson en su despedida.
"Espero que mi paso permita que se avance en los acuerdos que Chile demanda y en los acuerdos que Chile requiere”, agregó.
A ese caso le han seguido otras denuncias, incluso de intentos del propio Jackson de borrar algunos de esos manejos en su cartera, hasta que la situación llegó a un punto de eclosión que tornaba insostenible la situación, ya que ponía a la izquierda en una crisis de transparencia cada vez más seria, en un país que arrastra una profunda crisis de confianza ciudadana en sus instituciones y dirigencia.
AFP/HB
