Juan Grabois participó de una conferencia de prensa virtual con estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación, en la que se refirió a la situación de los derechos humanos en Nicaragua y a la posición tomada por la diplomacia argentina en relación a ese tema. “Hay violación a los derechos humanos en Nicaragua y la postura del gobierno argentino no es negar que eso exista. Sino que es no acoplarse a una política vinculada a los intereses estratégicos de los países de la OTAN, particularmente, de los Estados Unidos en la región”, aseveró.
El abogado y dirigente social del Frente Patria Grande también se refirió a las críticas que recibió el Papa Francisco al declarar que la propiedad privada es un “derecho secundario” en una conferencia de la OIT. “Yo creo que hay un ensañamiento con el Papa y que algunos medios levantan sus declaraciones como si fueran una suerte de proclama subversiva”, dijo Grabois en el Ciclo de Entrevistas, a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—Respecto a la situación que atraviesa Nicaragua. ¿Usted cree que hay violación de los derechos humanos en ese país?
—Por lo que pude ver hasta ahora, sí. Hay violación de los derechos humanos en Nicaragua. Así como lo hay en casi todos los países de Latinoamérica. Eso es muy importante de aclarar. Algunos países con mayor intervención del poder político y otros con menos. Por ejemplo, en nuestro país, hay una sistemática violación de los derechos humanos en las comisarías donde detienen a los pibes pobres por distintos hechos, reales o supuestos. Hay torturas, maltrato físico o psicológico, etcétera. En el caso de Argentina, no es que el poder político esté por detrás de las violaciones de los derechos humanos. En el caso que me preguntan, por lo que yo he leído, porque nunca he ido y no conozco a nadie que resida allí, hay violación a los derechos humanos en Nicaragua y la postura del gobierno argentino no es negar que eso exista. Sino que es no acoplarse a una política vinculada a los intereses estratégicos de los países de la OTAN, particularmente, de los Estados Unidos en la región, cuando debemos buscar nuestros propios caminos como latinoamericanos para enfrentar las violaciones de los derechos humanos.
—A raíz de las declaraciones del Papa sobre la propiedad privada, ¿Francisco podría convertirse en un líder del socialismo a nivel mundial?
—En verdad, el Papa señaló algo que vienen diciendo todos sus predecesores desde hace al menos cien años. La doctrina social de la Iglesia Católica reconoce a la propiedad privada como un derecho que no es absoluto, sino que tiene limitaciones en función del bien común. Y ese concepto también está dentro de nuestra Constitución Nacional. Yo creo que hay un ensañamiento con el Papa y que algunos medios levantan sus declaraciones como si fueran una suerte de proclama subversiva. Más aún en este momento histórico cuando cobra mucha importancia limitar los abusos de los grandes propietarios. Especialmente, cuando el 1% de ellos concentra más del 60% de la riqueza de todo el mundo. Por eso, para ellos, el mensaje de Francisco tiene un componente revolucionario y disruptivo.
—Algunos sectores de la oposición critican la demora en la gestión de vacunas contra el Covid. ¿El Gobierno se manejó con una buena estrategia al respecto?
—La línea de política internacional del gobierno argentino sobre la vacunación creo que es muy buena y nos ha resultado muy provechosa. Nos ha permitido ser casi el país con la mayor cantidad de vacunas en Latinoamérica y entre los países de desarrollo intermedio. Eso es porque no nos hemos sentamos a negociar con una sola parte. Negociamos con China, con India, con Rusia, con los europeos, con los norteamericanos y ojalá también lo hagamos con los cubanos. Es decir, se gestionó la compra de vacunas con todo el mundo.
—¿El Gobierno lo respaldó cuando se generó el conflicto que vivió durante su viaje a Colombia?
—Sí, pude hablar con Cancillería. El embajador argentino confirmó luego en una nota que el gobierno colombiano no quiso dejarme ingresar al país, en base a declaraciones que hice, en una conferencia de prensa, donde planteé que íbamos a poner el cuerpo junto a la gente que estaba sufriendo en ese país. Fue entonces que inventaron que no tenía el documento o el pasaporte en regla, algo que se demostró luego que todo era mentira. Cancillería salió a respaldar a un ciudadano argentino que había sido tratado de una manera injusta Como, también, pasó con un diputado de Patria Grande, Federico Fagioli, que durante el Golpe de Bolivia, cuando quisieron llevarlo detenido ilegalmente. Estas cosas demuestran que América Latina termina siendo el teatro de operaciones de las grandes potencias. Por eso, hablamos tanto de la Patria Grande. Queremos que Latinoamérica sea un bloque propio que defienda sus propios intereses, no lo de los norteamericanos, los chinos o los europeos.
—Usted manifiesta que uno de los grandes problemas a solucionar está relacionado a la dificultad para acceder a las tierras. ¿Cuál cree que es la salida a ese problema?
—Se trata de un problema relacionado a la falta de planificación del crecimiento poblacional y su reubicación en su territorio nacional. Dejar eso librado al mercado inmobiliario es un error garrafal. Acceder a una vivienda propia hoy es prácticamente imposible no solo para los pobres, sino también para la clase media. Nadie tiene 100 mil dólares para comprarse una casa o un departamento en una ciudad. Considero que hay que poner en práctica dos políticas que son fundamentales: una es la de urbanizar los barrios populares que ya existen y dignificar las condiciones de vida de las personas que no tienen agua, luz o cloacas o tienen un hacinamiento muy grande. La otra es la creación de suelo urbano, de lotes con servicios. Hay distintas manera de hacer esto. Una es que el Estado compre tierras y luego recupere ese dinero con el pago de las cuotas. Otras formas son mediante la expropiación, que está contemplada en la Constitución Nacional, o a través de la recuperación del dominio de las tierras abandonadas, en base a herencias vacantes, por ejemplo. Es necesario que el Estado pueda garantizar al menos el derecho a la tierra, al techo y al trabajo para el conjunto de la población.
—Agradecemos mucho su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y lo invitamos a cerrar el reportaje con un comentario final que usted quiera realizar.
—Una recomendación a los estudiantes de Periodismo es que sean honestos con ustedes mismos, que no se engañen. Que cuando escriban algo, sea porque están convencidos y porque lo estudiaron el tema, no porque es lo que está en agenda. Piensen siempre que hay personas detrás de esos dirigentes que entrevistan, que tienen familias y pueden producir mucho daño. Así como la prensa tiene que tener una gran libertad para poder decir lo que quiera y eso efectivamente el Estado no lo puede regular, los dirigentes tenemos que tener el cuero duro para bancar esa libertad. Pero quien escribe no debe convertirse en un mentiroso. A nosotros, que dedicamos nuestra vida a organizar a los trabajadores, nos dijeron que les robábamos, que nos enriquecimos de ellos, que éramos usurpadores o apañábamos a los chorros, entre una gran cantidad de agravios y de imputaciones falsas. Por eso, como futuros periodistas, si van a decir algo, comprueben que eso es efectivamente así. Y dele la oportunidad al otro, que no siempre nos la dan, de contar su versión de la historia, de decir su verdad.
Por Mariana Coria, Romina Ledesma y Erica Cardaci
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Escuela de Comunicación