La prometida publicación de los archivos completos del asesinato del ex presidente John F. Kennedy en 1963 se retrasó debido a las continuas preocupaciones sobre la necesidad de proteger parte de la información. La Administración de Archivos y Archivos Nacionales (NIIF, por sus siglas en inglés) haría públicos cerca de 2.800 archivos, aunque eso es trescientos veces menos que el número de archivos existentes.
Donald Trump había anunciado el sábado pasado que permitiría la publicación de todos los archivos clasificados relacionados con dicho asesinato, al decir que los norteamericanos merecen transparencia y que su gobierno les "brinde el mayor acceso posible" a esos registros "para que la gente pueda informarse sobre todos los aspectos de hecho crucial en la historia de los estados Unidos.
Pero hoy tuvo que aceptar que por el momento no era conveniente la apertura masiva de los mismos, muchos de los cuales provenían del FBI y la CIA. Trump dijo que mientras ordenaba que "finalmente se levante el velo" sobre ese caso, algunas agencias le propusieron "que cierta información continúe siendo reservada por cuestiones de seguridad nacional".
De esta manera, el presidente no tuvo otra opción que aceptar la sugerencia recibida por los mencionados organismos. Y les ordenó que volvieran a revisar esos documentos durante los siguientes 180 días para que cumplido ese plazo se pueda divulgar toda aquella información que las agencias consideren que no sea necesaria de mantenerse en secreto.