El presidente Alberto Fernández tuvo una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano, en el marco de la gira europea del mandatario argentino. Luego de la audiencia, intercambiaron regalos en lo que fue el segundo encuentro entre ambos jefes de estado.
Apenas terminada la reunión privada, ambos se trasladaron a la sala contigua del Estudio de la Sala Paulo VI. Allí, el Papa saludo al resto de la comitiva oficial e intercambiaron regalos.
Francisco les entregó a Fernández y a la primera dama, Fabiola Yáñez, un mosaico con la inscripción: "El fruto de la tierra y del trabajo del hombre se transforma para nosotros en el alimento de la vida eterna". El mosaico representa al hombre y la mujer, que responden a la invitación del Señor en la Génesis y cultivan la tierra.
La lista de regalos desde la Argentina fue más simbólica: desde miel y productos orgánicos, a una medalla de Malvinas. El presidente incluyó en la lista una de las pasiones de Jorge Bergoglio, el tango: le obsequió un libro biográfico de Enrique Santos Discepolo.
Los productos orgánicos de miel fueron elaborados por jóvenes recuperados de adicciones de los hogares de Cristiano de la Villa 31. También le obsequió una estola de la basílica de San José de Flores y estatuilla de San José (réplica de la que está en la basílica) con una estampita de Luján. Además, le entregó una colección de la Divina Comedia traducida y un libro biográfico del músico Enrique Santos Discépolo.
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La agenda del presidente Alberto Fernández en Roma continuará con almuerzo en su honor organizado por su par italiano Sergio Mattarella en el Palacio del Quirinale, en la capital italiana. Luego, mantendrá una reunión de trabajo, en el Palacio Chigi de Roma, con el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi.