La Inteligencia de Estados Unidos espió durante años las comunicaciones diplomáticas y militares de decenas de países, entre ellos Argentina, a través de máquinas de encriptado de una compañía suiza, propiedad de la CIA y de la agencia de los servicios secretos alemanes BND, revelaron este martes los cables publicados por el centro independiente National Security Archive (NSA).
Durante décadas, la empresa suiza Crypto AG, propiedad de la CIA y de BND, comercializó miles de máquinas de encriptado a unos 100 países de todo el mundo, como Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, México, Colombia, Perú, Venezuela, Nicaragua, España, Grecia, Egipto, Arabia Saudí, Irán e Irak, entre otros, dice una investigación de los cables realizada por el diario The Washington Post y la cadena alemana ZDF.
Esas máquinas permitieron a la CIA descodificar miles de mensajes que podrían estar relacionados con episodios como el golpe militar de 1973 en Chile; el de marzo de 1976 en Argentina; el asesinato del excanciller chileno Orlando Letelier en Washington en 1976; la revolución sandinista en Nicaragua y la guerra de las Malvinas, explicó la Deutsche Welle.
Crypto AG proporcionó a medio mundo máquinas para codificar mensajes que de hecho permitían a los agentes norteamericanos y alemanes descifrar los códigos.
“Los documentos evitan en gran medida preguntas más inquietantes, incluido lo que los Estados Unidos sabían, y lo que hicieron o no hicieron, sobre los países que usaron máquinas Crypto mientras participaban en complots de asesinatos, campañas de limpieza étnica y abusos contra los derechos humanos”, explica el WP.
El National Security Archive hace mención especial al espionaje sufrido por los miembros del Plan Condor, con el que Argentina y las otras dictaduras latinoamericanas de las décadas de 1970 y 1980 pretendieron eliminar a sus opositores.
Esas naciones, entre ellas Chile, Argentina y Uruguay, cifraron sus comunicaciones con máquinas de Crypto AG, sin saber que Estados Unidos podría estar escuchando, dice el WP. Durante la reunión inaugural del Plan Cóndor, auspiciada por el régimen de Augusto Pinochet en noviembre de 1975 en Santiago de Chile, los responsables castrenses de cinco dictaduras del continente firmaron un acuerdo para emplear un sistema de encriptado.
Los gobiernos militares de Chile, Argentina y Uruguay, cifraron sus comunicaciones con máquinas de Crypto AG, sin saber que Estados Unidos podría estar escuchando.
Ese sistema "estaría disponible para los países miembros en los siguientes 30 días, con el entendimiento de que podría ser vulnerable; será reemplazado en el futuro con máquinas criptográficas que serán elegidas de acuerdo común", dice el texto del acuerdo. Tras la segunda reunión en junio de 1976, la CIA informó que "Brasil había aceptado proporcionar equipamiento para 'Condortel' (la red de comunicaciones de la Operación Cóndor)", que provendría de Crypto AG.
Según relató el WP, “en 1982, la administración Reagan aprovechó la dependencia de Argentina del equipo Crypto, canalizando inteligencia a Gran Bretaña durante la breve guerra de los dos países sobre las Islas Malvinas, según la historia de la CIA, que no proporciona ningún detalle sobre qué tipo de información era Pasó a Londres”. “Los documentos generalmente discuten la inteligencia obtenida de la operación en términos generales y proporcionan pocas ideas sobre cómo se utilizó”, agrega el informe.
DS