En muchas partes del mundo el 14 de febrero es el día de los Enamorados, una jornada de lo más romántica. Sin embargo, San Valentín, quien le da el nombre a esta celebración y en el cual se inspira, fue expulsado de la Iglesia Católica. No figura en el “martirologio”, el listado o catálogo de los mártires y santos del cristianismo.
El Papa Pablo VI borró el nombre de San Valentín y la celebración a la que le da nombre del calendario eclesiástico oficial en el año 1969 en el Concilio Vaticano II. Lo que se pretendió con esta reforma litúrgica fue eliminar santos de origen dudoso, legendario o de los que no se contaba con datos suficientes para corroborar su existencia.
El proceso de canonización surgió en el siglo IX. Anteriormente, cada diócesis, monasterio o parroquia se regía por su propio calendario, en el que se añadían memorias de santos locales. La festividad de muchos de ellos no era universal pero luego empezaron a ser celebrados por toda la Iglesia sin que se tuvieran datos en todas las regiones, sino solo en determinadas zonas.
Día de San Valentín: por qué se festeja el 14 de febrero el día de los enamorados
Con la reforma de los años 60 se resolvió mantener los santos de una tradición marcada y se añadieron algunos más recientes de importancia significativa. Desde ese entonces, si se agregan es debido a la universalidad de cada caso. Que sean removidos del calendario oficial no implica que esté prohibida su celebración, sino que su festividad queda recluida a los lugares donde sean patronos o su devoción perdure a día de hoy. Por ejemplo, San Expedito genera una importante devoción entre los cristianos pero no está oficialmente "canonizado", únicamente se permite su culto.
Desde 1969, Valentín es venerado como santo por la Iglesia ortodoxa, la luterana y la anglicana, pero no la católica. Solo algunas parroquias festejan este día de forma local, aunque son acompañadas por una importante masa de la población que ve en el 14 de febrero una oportunidad para expresar su amor.
Incluso se cree que esta celebración fue inventada por el escritor inglés de la época medieval Geoffrey Chaucer. No hay registros históricos de celebraciones románticas en este día antes de uno de sus poemas, escrito alrededor del año 1375.
Pese a las dudas de su origen, en el 2014, el papa Francisco decidió participar en la celebración de San Valentín y se convirtió en el primer líder de la Iglesia Católica en hacerlo. Fue un intento por devolverle el sentido religioso a esta festividad instaurada para contrarrestar las fiestas paganas de los romanos, llamadas Lupercales.