A pocos días de cumplirse en noviembre el segundo aniversario de la sorpresiva elección que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca, la imagen del presidente de los Estados Unidos se desploama en todo el mundo. La valoración que existe sobre Trump se ubica por el piso histórico para un jefe de Estado norteamericano, según una importante encuesta recientemente difundida. Y, en medio del fuerte cuestionamiento que se observa en casi todas partes del planeta, aparece la Argentina como uno de los países en los que Trump recoge los mayores índices de rechazo.
El sondeo fue realizado por Pew Research Center, un prestigioso think tank con sede en Washington que desde hace décadas reúne información sobre la valoración que el resto del mundo pondera sobre Estados Unidos y sus instituciones gubernamentales. La última encuesta fue realizada entre el 20 de mayo y el 12 de agosto de 2018 en 25 países a 26.112 personas. Se trata de un detallado informe que sostiene que la imagen internacional de Trump es muy negativa y que la valoración de Estados Unidos es baja.
Pero lo más sorprendente es que el estudio señala a Argentina como el país con menos confianza en Trump en toda la región. Solo el 32% de los argentinos aprueba al presidente de Estados Unidos. Se trata de un piso en el que únicamente se encuentra México, donde se multiplicó el antiamericanismo en estos dos años luego de que Trump mostrara un profundo desprecio por los mexicanos al ordenar la construcción de un muro para contener la inmigración ilegal.
Mientras que en el resto del mundo hay solo dos países en los que Trump obtiene menos aprobación que en la Argentina. Esos dos estados son: Alemania (30%), a raíz de que la canciller Angela Merkel entablara una fuerte disputa con Trump por la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y la Unión Europea; y Rusia (26%), donde los resabios de la Guerra Fría y lucha bipolar Washington-Moscú se reflotó con el liderazgo de Vladimir Putín y su desafío a la hegemonía estadounidense.
El sondeo también revela que las personas encuestadas manifiestan una gran preocupación por el rol de Estados Unidos en el escenario internacional. A la vez que la mayoría opina que Trump no tiene en cuenta al resto de los países al tomar decisiones de política exterior, que está realizando pocos esfuerzos para resolver los principales retos mundiales y que no se preocupa por la libertad que se genera para los ciudadanos en el resto del mundo.
En ese marco se empieza a evidenciar una fuerte declinación de la influencia estadounidense y solo un tercio de los encuestados cree que Estados Unidos tiene un papel más importante hoy que hace una década. A medida que cae el prestigio de Estados Unidos aumenta el de China: el gigante asiático es visto como una potencia en ascenso aunque, por el momento, la mayoría sigue considerando a Estados Unidos como la primera potencia mundial. No obstante, hay tres países que en la actualidad sostienen que China concentra más poder que Estados Unidos: Rusia, Túnez y la Argentina.
Como se observa en el siguiente cuadro elaborado por Pew Researh Center, la desconfianza en Trump llega al 70% en promedio de los encuestados y la imagen favorable es solo del 50%. Por otra parte, el 37% considera que Estados Unidos no respeta la libertad de las personas, el 70% cree que Estados Unidos no respeta el interés de otros países y solo el 37% piensa que Estados Unidos está haciendo poco para resolver los problemas globales.
Como se ha señalado anteriormente en estas columnas, el rechazo a Estados Unidos ha crecido fuertemente desde la asunción de Trump. Pero introducirse en el debate sobre la imagen que el mundo tiene de los Estados Unidos, o en lo que se conoce como "antiamericanismo", obliga a retroceder algunos años más. Cuando una nube de polvo crecía por el sur de Manhattan y las imágenes de televisión transmitían en vivo el desplome de las Torres Gemelas, una pregunta se repetía una y otra vez en los Estados Unidos: "¿Por qué nos odian?".
Fue el propio George Bush el que intentó responder en el Congreso estadounidense una semana después del ataque terrorista: "Los estadounidenses se preguntan ‘¿por qué nos odian?’. Nos odian por lo que se ve aquí mismo, en este salón: un gobierno elegido democráticamente. (...) Nos odian por nuestras libertades: nuestra libertad de credo, nuestra libertad de expresión, nuestra libertad de votar y de reunirnos y de tener desacuerdos entre nosotros". Parece, claro está, ser una respuesta fallida que no logra dar cuenta de la densidad que trae aparejado el concepto de antiamericanismo y la responsabilidad ejercida por Estados Unidos a través de sus intervenciones en el mundo.
Por esa razón, luego del 11-S, distintos académicos, intelectualies y periodistas norteamericanos se lanzaron a interpretar el "odio a los Estados Unidos". Fue en ese contexto cuando Pew Research Center empezó a medir el rechazo que Estados Unidos cosechaba en el mundo. Con encuestas en las principales capitales de todo el planeta, el análisis se realiza anualmente y las conclusiones son muy interesantes: el antiamericanismo aumentó durante los años de Bush –con una media que alcanzó el 55%–, para descender cuando llegó Barack Obama –con un promedio que llegó a ubicarse en el 24%–. Muy por debajo del 70% que hoy ostenta Trump.
Curiosamente, hay un país que guarda un patrón común en todos los años: el rechazo va cambiando según la gestión presidencial estadounidense, pero es siempre Argentina el país en el que mayor antiamericanismo presenta en la región y uno de los más altos del mundo.
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