Las vueltas de la vida ubicaron a Mario Pontaquarto como el primer funcionario público en denunciar y arrepentirse en un caso de corrupción que conmovió al país. Fue en abril de 2000, cuando denunció que el gobierno de Fernando De la Rúa había pagado coimas a varios legisladores para aprobar el resistido proyecto de Reforma Laboral, una iniciativa que nunca terminó de transformarse en ley, pero que originó la tristemente frase de "la Banelco" y fue uno de los detonantes de la renuncia de Carlos Chacho Alvarez, haciendo que el gobierno radical terminara de la peor manera.
Nunca hubo condenas, la Justicia no pudo probar que esas valijas de dinero que decía haber llevado y entregado Pontaquarto fueran efectivamente cobradas por los legisladores señalados, todos terminaron absueltos, pero lo cierto es que aquella decisión de confesar le costó, literalmente, todo a Pontaquarto. Pasó de prosecretario en el Senado, con importantes contactos a todo nivel, a ser considerado casi un "paria" por oficialistas y opositores, que no le perdonaron haber hablado públicamente de temas que se guardan bajo la alfombra. Un cuadro que hasta lo llevó a algún intento de suicidio.
Sin embargo, Pontaquarto encontró un refugio emocional y apasionante, el de las carreras de caballos. Cara habitual en las viejas tribunas de Palermo y dueño de algunos caballos a veces, o parte de ellos, este domingo 1° de Mayo de 2022 lo encontrará en las tribunas de Palermo tan feliz como pocas veces en su vida. Es que uno de esos caballos, Dreaman, un hijo de Galicado de 5 años que entrena el uruguayo Hugo Pérez, es candidato a quedarse nada menos que con el Gran Premio República Argentina (G1-2000m), la principal carrera del calendario de arena para caballos de todas las edades del turf argentino.
Criado en el Haras El Turf, de la familia Menditeguy, Dreaman ha ganado en cuatro de sus 9 presentaciones, pero fue en el reciente impacto en el Gran Premio de Honor (G1), la carrera que sirve de antesala justamente al "Republica Argentina", donde brilló a pleno y se ganó ese rol de candidato para la gran cita de esta tarde. Como todo cotejo del máximo nivel, el asunto no es nada fácil para el pingo de Pontaquarto, pero las emociones en el turf "no tienen precio", y este domingo gane o pierda, el ex funcionario radical vivirá uno de los días más felices de su vida.
El stud de Dreaman se llama Vientos del 80, y para Pontaquarto la revancha no es solo de turf, porque el hijo de Galicado se hizo de 3,5 millones de pesos en el Gran Premio de Honor, y el Gran Premio República Argentina (G1) tiene destinados al ganador nada menos que 8 millones de pesos. La carrera se enmarca en una jornada con otros clásicos importantes y múltiples actividades para atraer al público en Palermo, con números musicales de Theo Segatori, Martínez Tango Roll, Fátima Garrido, una muestra del artista plástico Alfredo Segatori, carritos de comida y otros espectáculos. El himno nacional será cantado por Josefina Achával.
Habrá incluso "kermesse con metegol y ping pong", con una mini cancha de baby fútbol y las recompensas de la jornada en materia de apuestas suman la friolera de 57 millones de pesos.
"Tengo la convicción de que lo que hice estuvo bien"
En 2019, en una nota con el Equipo de Investigación de Perfil Educación, Pontaquarto contó como vivía y hasta opinó de otro arrepentido, el chofer Oscar Centeno y la causa de Los Cuadernos.
"Yo tengo la convicción de que lo que hice estuvo bien, a mí me cambió la vida, lo hice sabiendo que me estaba sacando de adentro una gran basura que tenía, que había sido participar en pagar sobornos", aseguró Pontaquarto al Equipo de Investigación. Sobre los motivos que lo llevaron a denunciar el delito ante la Justicia, Pontaquarto se refirió a sus tres hijos: "El mayor, Leandro quería ser como el padre y que ese chico asimile que yo había sido un corrupto, para mí era terrible. Entonces, hablé con la madre y con ellos, Leandro tenía 14, hoy tiene 32 y me entendieron, los tres están orgullosos del padre y saben que hice lo que tenía que hacer. Eso valió la pena. Yo no me escondo en ningún lado, todo lo contrario siempre tuve un respaldo muy grande de toda la gente".
Mario Pontaquarto confesó el pago de sobornos ante la Justicia en el año 2000 y aseguró que en la actualidad cree en quienes se presentaron como arrepentidos y contaron la verdad. "¿Para qué involucrarse en algo tan fuerte si no existe algo de verdad? Es muy duro después", reflexionó. En tanto que, sobre Centeno, que escribió los cuadernos que revelaron la corrupción en la obra pública durante el gobierno kirchnerista, afirmó: "Centeno dice haber escrito los cuadernos de la corrupción, yo no puedo dudar de eso, para eso están los jueces que tienen que investigar. La diferencia conmigo es que yo, en aquella oportunidad, me tiré a una pileta sin agua porque no había ley del arrepentido, no sabía lo que iba a pasar".
También, Pontaquarto opinó sobre la Causa de los Cuadernos y dijo: "Va a ser muy difícil que el Tribunal pruebe el delito, después de lo que pasó conmigo. Yo dije la verdad y estaban todas las pruebas y los jueces miraron hacia otro lado". Aunque destacó que el juez Bonadio "les dio la razón en cuanto a que los arrepentidos tenían un argumento fuerte a la hora de declarar".
La historia de las coimas contada por el "embaucador" Mario Pontaquarto
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la sentencia dictada en su momento por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 que resolvió absolver de cargo y culpa a todos los implicados en la causa. Entonces Pontaquarto vivía en Pilar con su pareja Alcira. Ella lo acompaña desde hace varios años y tiene una pyme propia, en la que también trabaja Pontacuarto, un negocio de ropa y accesorios para mujeres que principalmente vende a través de internet.
Pontaquarto colaboraba entonces con el estudio de abogados de Hugo Wortman Jofre, quien lo representó ante la Justicia y es presidente Poder Ciudadano, una organización que promueve la participación ciudadana, la transparencia y el acceso a la información pública. Consultado por el Equipo de Investigación, Hugo Wortman Jofre afirmó: "Es una persona que ha quedado muy vinculada a mí y a mi gente porque en el estudio hacemos investigaciones de la corrupción y Mario es como un emblema y cada vez que tenemos la oportunidad le damos trabajo y actividades puntuales".
HB