Los tribunales de Comodoro Py se vieron alborotados por el ingreso de políticos que ya no están en el poder. El ex secretario parlamentario del Senado Mario Pontaquarto llegó hasta allí para ser juzgado por el presunto pago de coimas para aprobar en el año 2000 la reforma laboral.
Al ingresar, Pontaquarto, conocido como el "arrepentido" en esta causa, admitió ante la prensa ser consciente de que los jueces podrían imponerle una dura pena: "Por supuesto, si no hay una condena para mí que se autoincriminó y que se presentó a la justicia, no hay condena para nadie. Si no hay condena, el juicio va a quedar impune", alertó.
"A mí no me hace absolutamente nada escuchar las mentiras y los agravios de De la Rúa, que han sido una constante durante todo este tiempo", subrayó Pontaquarto, uno de los acusados que hoy comienzan a ser juzgados por el Tribunal Oral Federal número 3, y que hace años confesó haber participado en el escándalo del supuesto pago de sobornos durante la aprobación de una ley de reforma laboral durante el gobierno de la Alianza, según informó la agencia DYN.
El ex secretario parlamentario se mostró firme frente al paso que dio hace años, pese a los problemas personales, familiares y laborales que le ocasionó: "No estoy arrepentido; ha pasado mucho tiempo, la justicia en la Argentina se sabe que es lenta, esto tuvo muchas idas y vueltas pero, en definitiva, hoy estamos ante el Tribunal Oral", destacó.
En el marco de este expediente, el ex presidente De la Rúa y Pontaquarto comenzarán hoy a ser juzgados junto al ex ministro de Trabajo de la Alianza Alberto Flamarique, el ex jefe de la SIDE Fernando De Santibañes y los ex senadores peronistas Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Costanzo y Ricardo Branda.
Esta mañana, Pontaquarto dijo "sentirse más fuerte que nunca" y señaló que esta sensación es mayor frente a las "mentiras" de los involucrados. "Eso me fortalece mucho más porque yo estoy diciendo la verdad de lo que pasó y a lo largo de este juicio todos van a entender quién es el que dice la verdad y quién miente", aseveró.
Añadió que en el escándalo de los sobornos "hay una condena social establecida desde hace mucho tiempo y yo lo que quiero es la condena de la justicia".