La Justicia se volvió a pronunciar sobre el intento de asesinato contra la expresidenta Cristina Kirchner, e indicó que los discursos de odio provenientes de la política fueron la principal causa que desencadenó el hecho por el que este año fueron condenados Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.
"Pese a los videos que dan cuenta del hecho, la confesión de Sabag Montiel y lo que arrojó el juicio, que fue reproducido en su totalidad por medios de difusión masiva, hasta el día de hoy, mucha gente piense que el hecho no existió o que fue un autoatentado planeado por la propia víctima", reflexionó al respecto la jueza Sabrina Namer.
La jueza Sabrina Namer junto a Adrián Grünberg e Ignacio Fornari, fueron quienes condenaron a 10 años de prisión a Sabag Montiel y a 8 años a Uliarte por el intento de asesinato contra la ex vicepresidenta, ocurrido el 1 de septiembre de 2022.
Namer fue la encargada de liderar los fundamentos de la sentencia de 544 páginas y, desde su lugar, señaló que el ataque contra CFK no ocurrió de forma aislada o espontánea, sino que se trató de una consecuencia directa de un clima cargado por violencia política y discursos de odio que empujó a los imputados a cometer el hecho.
"Por lo increíble que resulta para muchos, corresponde que, sin perjuicio de las consecuencias jurídicas que el caso tenga para quienes en este juicio están juzgados como sus responsables, desde las instituciones democráticas se pongan de relieve aspectos que nos desafían como sociedad", profundizó.

En concreto, el fallo reconoció la construcción de un "enemigo común" a través de los medios de comunicación y redes sociales, donde eliminar a Cristina Kirchner, vista como un enemigo político, comenzó a considerarse un acto de justicia. Además, se aclaró que el móvil principal de los atacantes fue el odio político y no la violencia de género, para descartar el agravante de femicidio, aunque se reconoció que hubo hostilidad basada en el género de la víctima.
La jueza mencionada amplió: "se habló de un tiro que no salió, y pudo haber salido. Que no salió por obra del destino, de Dios, de la mala suerte, de un mal plan, de lo que sea. Que pudo haber salido de un arma apta para el disparo, cargada con municiones aptas y que fue gatillada a centímetros de la cabeza de la víctima, ante los ojos de militantes que la adoraban y opositores que la odiaban; y de una sociedad que es incrédula ante un resultado que no ocurrió".
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"Sabag Montiel se imaginó una desestabilización institucional, una guerra civil y el profundo enojo de un sector de la sociedad", añadió y remarcó: "Claramente nada hubiese sido igual para nadie si el tiro hubiese salido, pero como sociedad no podemos hacer de cuenta que no pasó nada ni podemos dejar de reflexionar acerca de por qué".
Namer insistió en la necesidad de reflexionar como sociedad sobre "cómo se llegó a una situación en la que una persona pudo haber perdido la vida y en la que la paz social pudo haber pendido de un hilo". "El odio en el discurso público fue una causal necesaria para que el hecho tuviera lugar", sostuvo.
"La construcción de un enemigo común a través de un discurso de odio deja a la deriva la posibilidad de que se pase al acto fácilmente, que cualquiera puede transformarse en enemigo y que la intolerancia a la posición política del otro puede transformarse en la intolerancia a su raza, religión, pensamiento, orientación sexual, etc.", agregó.

La jueza advirtió sobre el "enorme riesgo" que implica para la sociedad que el intento de asesinato contra CFK no sea tomado como "un llamado de atención que todos los niveles institucionales deben reconocer y atender para prevenir su reiteración".
Por su parte, el juez Grünberg calificó el fenómeno como una "incomprensión absoluta" del otro y advirtió sobre la "indudable influencia" de los mensajes de odio dirigidos contra la víctima. Del otro lado, Fornari solo validó la reconstrucción de los hechos y la calificación legal desarrollada en el voto principal.
Al determinar las condenas para los imputados, los jueces señalaron que Sabag Montiel intentó asesinar a la expresidenta dado que la consideraba responsable de la inflación, la corrupción y el declive económico, motivado por el fanatismo político y el odio ideológico.
AS/ff