Frankie es la voz de la experiencia, o mejor dicho la voz de la conciencia, un sermón del antepasado de la humanidad.
El auditorio shockeado no puede salir del estupor, pero Frankie, que tiene mejores modales que algunos mandatarios, no les da tregua y prosigue subrayando la insensatez visible de la raza humana, mientras un Led proyecta imágenes de niños cargando bidones de agua: "Por lo menos nosotros tuvimos un asteroide. ¿Cuál es su excusa?", les pregunta. No hay respuestas.
Basta de gastar en energías fósiles
Esta es la manera original que encontró el Programa de Naciones Unidas para el Desarollo (PNUD) de persuadir, increpar, retar e incluso ridiculizar (“hasta una bestia primitiva podría darse cuenta, no lo ven o no lo quieren ver”, expresa lo no dicho del mensaje) a los gobiernos de todo el mundo para que dejen de subvencionar los combustibles fósiles y hagan frente de una buena vez a la amenaza del cambio climático.
Una amenaza que ya es una comprobación fáctica del dinero mal gastado en recursos viejos que siguen contaminando y generan más explotación y desigualdad en el mundo.
Según las mismas cifras que maneja el Programa de Naciones Unidas para el Desarollo, cada año se gastan US$ 432.000 millones en subsidiar fuentes de energía no renovables que contaminan la atmósfera, una fortuna con la que, por ejemplo, se podrían pagar vacunas de coronavirus para todos los países del mundo que no tienen quienes piensen en ellos.
Por caso, Haití, Chad, Tanzania, Burkina Faso, Benín, Sudán del Sur, República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Magadascar y algunos más en los que los médicos que intentan salvar la vida de otros ni siquiera están inmunizados con una primera dosis.
Los mismos países que aplauden de pie en la ONU iniciativas como el video de Frankie y el mecanismo COVAX, propuesto por Francia, la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea, son los que “guardan debajo de la mesa” algunas vacunas que no reparten a las naciones con menos recursos, pese a los compromisos asumidos.
"En un mundo con dificultades fiscales, una deuda en aumento, más pobreza y más desigualdad, es irracional gastarse casi 423.000 millones de dólares cada año en incentivar quedarnos atrapados en el pasado en lugar de invertir en el futuro", dijo en una rueda de prensa el administrador del PNUD, Achim Steiner.
Mas que un sueño, una "idea salvaje"
"Es como si nosotros nos hubiéramos gastado cientos de millones al año subsidiando enormes meteoros. Eso es lo que están haciendo ahora", insiste Frankie ante su auditorio. “¿Qué piensan hacer”, les pregunta. “Yo tengo una idea salvaje: no elijas la extinción, salva a tu especie antes de que sea demasiado tarde. Es hora de que los humanos dejen de poner excusas y empiecen a hacer cambios”.
Frankie les recuerda que "hay gente viviendo en la pobreza. ¿No creen que ayudarlos tendría más sentido que pagar por la desaparición de toda una especie?”, se pregunta.
En esta iniciativa del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo varios famosos prestaron sus voces para doblar a Frankie a diversas lenguas: el músico estadounidense Jack Black, la actriz mexicana Eiza González, el actor danés de Juego de Tronos, Nicolaj Coster-Waldau y la senegalesa Aissa Maiga. Incluso Antonio Banderas, que ya sabe lo que es “meterse en la piel de un gato” apoyó públicamente a Frankie y fue uno de los primeros en retwittear inmediatamente el video, igual que Bon Jovi.
“Esta es su gran oportunidad, mientras recuperan sus economías después de la pandemia”, les dijo Frankie a los representantes de los líderes mundiales reunidos en Manhattan. Podría un sueño, alguna vez, convertirse en realidad?
mm / ds