Si algo ha dejado en evidencia el oficialismo tras la derrota abrumadora en las PASO es que por mucha foto de unidad que quieran mostrar Alberto Fernández tiene la lapicera, pero quien decide todo es Cristina Fernández de Kirchner.
Ahora -desesperada por torcer el resultado de las urnas-, reparte plata entre los nuevos caídos del sistema. Si en el pasado le achacaron la potestad de “manejar la maquinita” de hacer billetes, hoy el kirchnerismo se ha convertido en la máquina de hacer pobres.
¿Por qué decimos esto? porque no fue la pandemia la que nos llevó a ser uno de los países con mayor caída del PBI en la región, sino que fue la pésima gestión, las internas furibundas entre el “elegido” por CFK para gobernar y su gabinete y la decisión del Gobierno, con el supuesto argumento de cuidar la salud de los argentinos, por sobre la economía, lo que nos han llevado a este presente. El resultado triste está a la vista: no pudieron cuidar la salud -las estadísticas de fallecidos por Covid así lo demuestran- ni salvar la economía, los datos del INDEC hoy son su peor enemigo.
CABA: desde que comenzó la pandemia hay 114 mil nuevos pobres
No quisieron ver que esa falsa dicotomía no corría en la calle, en la vida real de los argentinos de a pie. Que no podían decirle a la gente que eligiera entre cuidarse de coronavirus o comer todos los días. Y al principio, el Gobierno estuvo presente, ayudó a las empresas para pagar los salarios, creó la IFE para los sectores más vulnerables, pero luego con una tenue caída de casos y en medio de un desmanejo total del plan de vacunación, dijo hasta acá llegamos y dejó a millones de argentinos y argentinas a la deriva.
Segunda ola mediante y con una inflación galopante, hoy una familia necesita ingresos por 70 mil pesos para no ser pobre. Difícil travesía de supervivencia para la mayoría de los argentinos, con ingresos magros, trabajos precarios, sin perspectivas de futuro ni chances de cambiar su realidad. En Catamarca, desde el espacio político al que pertenezco venimos peleando por una provincia y un país mejor, la pobreza creció un 10 por ciento en sólo un año. La misma provincia en la que su gobernador, Raúl Jalil, compró un avión por un valor de 9 de millones de dólares y no para fines comunitarios.
Según el INDEC, más del 54% de los menores de 14 años son pobres en Argentina
Ahora, con el diario del lunes, están desesperados por torcer el resultado de las elecciones repartiendo plata entre los sectores que ellos decidieron abandonar. Pensaron que tenían el voto atado, que la compra de voluntades a través de planes sociales seguiría garantizando su gobernabilidad, que la gente iba a comerse el discurso de la pandemia, de la salud de los argentinos por sobre todo.
Si algo dejó en claro la pandemia fue que la Argentina está en ruinas y hay que reconstruirla. Si algo gritaron las urnas en agosto pasado es que la gente quiere un cambio, un cambio que le permita tener acceso a lo más básico y elemental: no sólo salud, sino también pan y trabajo. El kirchnerismo no sólo se acordó tarde de esto, sino que fue responsable.
El 14 de noviembre volvamos a las urnas para decirle basta a este Gobierno. Por nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos. Merecemos otro país y así será.
* Flavio Fama. Candidato a senador nacional de Juntos por Cambio de Catamarca. Ex rector de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA).