El Gobierno nacional organizó, entre el 1 de abril y el 31 de mayo, el retorno de 27.151 argentinos que estaban varados en el exterior, según la respuesta brindada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su primer informe de gestión en el Senado. La situación de los varados y las acciones adoptadas por la administración de Alberto Fernández para garantizar su vuelta a casa tras el cierre parcial de las fronteras fue uno de los ejes sobre el que debió explayarse el funcionario.
De ese total de argentinos, el 80 por ciento lo hizo por vía aérea, en 127 vuelos organizados por la Cancillería con el aval del Ministerio de Salud y la coordinación con Transporte, entre abril y mayo. Mientras que el resto retornó a través de los pasos fronterizos terrestres abordo de 101 micros desde Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay e, incluso, Bolivia, pese a no existir relaciones formales con el gobierno de Jeanine Añez.
Los datos surgen del cruce de una serie de cuadros provistos por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación a Jefatura de Gabinete en respuesta a un requerimiento de la senadora Lucila Crexell, del Movimiento Neuquino. Allí se especifica los diversos puentes aéreos y terrestres discriminados por punto de origen, número de vuelos y micros y cantidad de argentinos que los abordaron.
El 80 por ciento retornó por vía aérea, en 127 vuelos mientras que el resto lo hizo por tierra en 101 micros desde Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay e, incluso Bolivia
En el transcurso de esos dos meses, se organizaron vuelos a 29 destinos. La gran mayoría de ellos correspondieron a servicios habilitados a Aerolíneas Argentinas y otras empresas extranjeras con carácter comercial. Algunas de esas firmas endosaron pasajes que habían quedado anulados con la cancelación de los vuelos originales, al decretarse la restricción de las fronteras, mientras que otros se pusieron a la venta y los varados debieron afrontar el costo. A veces, muy alto.
Hubo también puentes que se operaron a través del Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea, coordinados diplomáticamente, a Perú y Ecuador, dos destinos que se volvieron particularmente complejos durante los primeros meses de la pandemia. En el caso del gobierno de Martín Vizcarra, apeló a una militarización del país a fin de intentar imponer un estricto estado de sitio que no pudo frenar el desborde epidemiológico posterior. Además de los Hércules, hubo tres vuelos charter de Latam costeados por la Cancillería, a Cusco y Piura.
Hubo también puentes a través de la Fuerza Aérea a Perú y Ecuador, dos destinos que se volvieron particularmente complejos durante los primeros meses de la pandemia.
Ecuador vivió su propia pesadilla en Guayaquil. Allí no llegaba Aerolíneas Argentinas ni tampoco otras empresas con las que se negociaba en Sudamérica. Incluso en uno de los viajes operados por los militares argentinos viajaron especialistas de los Cascos Blancos a fin de coordinar el retorno de los compatriotas junto al reducido consulado en aquella ciudad.
Acorde a los datos brindados por Cafiero en su respuesta escrita, en abril se contabilizaron 53 vuelos que trajeron a 8.155 argentinos mientras que en mayo se coordinó casi un tercio más: 74 vuelos para 13.799 compatriotas. El primer mes, la gran mayoría provino de Estados Unidos (1.178) en seis vuelos; seguidos por México (1.171), en diez vuelos; otros seis desde Perú (1.075); cuatro desde Dominicana (818) y siete desde Ecuador (705). En esas cuatro semanas también se habilitaron rutas para alcanzar Alemania, Australia, Brasil, Colombia, Cuba, España, Italia, Paraguay, y Uruguay.
En abril se contabilizaron 53 vuelos que trajeron a 8.155 argentinos mientras que en mayo se coordinó casi un tercio más: 74 vuelos para 13.799 compatriotas
A lo largo de mayo, España se convirtió en el punto de origen más nutrido con la vuelta de 2764 argentinos en 10 vuelos mientras que otros diez trajeron a 2482 desde EE.UU; 1756 regresaron de México, en ocho servicios; 1282 lo hicieron desde Brasil, en otros ocho vuelos y 540 embarcaron desde Bolivia en tres aviones. A los destinos de abril se agregaron Chile, El Salvador, Francia y Turquía. Otros vuelos unieron varias escalas, como El Salvador con Guatemala y Honduras —un vuelo similar, en abril, había conectado a estos dos últimos países con Costa Rica y Panamá— y Tailandia con India. Y hubo algunos aeropuertos que funcionaron como nodos para varados de otros lugares: los de Emiratos Árabes Unidos y Catar.
Combinados los números de aquellos 61 días de incertidumbre, la gran mayoría de los varados retornó desde EE.UU. (3660), España (3158) y México (2927). Si bien fueron destino turísticos para muchos argentinos, también estaban quienes habían viajado por razones laborales, de estudios, salud y no faltaron tampoco los pasajeros que quedaron atrapados en esas escalas tratando de ganarle al dominó de cierres de fronteras y cancelaciones de vuelos en marzo. A partir de mayo, se les sumó un nuevo fenómeno: los "nuevos varados", residentes argentinos que también reclamaron volver tras perder sus medios de sustentabilidad con la pandemia.
A partir de mayo, a los turistas se les sumó un nuevo fenómeno: los "nuevos varados", residentes argentinos que habían perdido sus medios de sustentabilidad con la pandemia
Por último, de acuerdo al desglose de datos en el informe de gestión de Jefatura de Gabinete, el 45 por ciento de los regresos por tierra de varados tuvo lugar desde Brasil —38 micros en abril y cinco en mayo—, de donde volvieron 2.300 argentinos. Chile figura segundo con 27 servicios terrestres —cinco en abril y 22 en mayo— y 1.425 argentinos. Esos números también pueden ser engañosos porque ambos países sirvieron de escala para quienes pudieron volver desde puntos más alejados hasta choca con las fronteras argentinas.
El resto de los cruces humanitarios por tierra se concretaron con Bolivia (15), Paraguay (8) y Uruguay (8), permitiendo la vuelta de 720, 457 y 295 argentinos, respectivamente. Marzo y junio quedaron fuera del informe. Las dos semanas de marzo posteriores a la firma del decreto presidencial porque la tarea no recayó en forma plena en Cancillería y junio por una cuestión de tiempos pese a que, en las respuestas, se cita un cronograma de vuelos programados hasta el 2 de julio, muchos de los cuales ya se concretaron.
MB / DS