Hace algunos días escuchamos al papa Francisco hablar sobre la crisis en Venezuela. Dijo que desea una "solución justa y pacífica" y se mostró asustado por el derramamiento de sangre, aunque sostuvo que no se pronuncia sobre lo que hay que hacer, porque sería una imprudencia. Ahora es Nicolás Maduro quien busca que el papa intervenga en el conflicto por el mando del país bolivariano.
En diálogo con el canal de noticias italiano Sky TG24, Maduro afirmó: "Envié una carta al papa Francisco, espero que esté en viaje o que haya llegado a Roma, al Vaticano, diciendo que yo estoy al servicio de la causa de Cristo. Y con este espíritu le pedí ayuda, en un proceso de facilitación y refuerzo del diálogo, como dirección".
El cardenal secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, se limitó a confirmar que Francisco recibió la carta del mandatario venezolano.
Durante la entrevista grabada en Caracas para el medio italiano, el mandatario en discusión confirmó que los "Los gobiernos de México y Uruguay, todos los gobiernos caribeños de la CARICOM y el gobierno de Bolivia pidieron una conferencia para el diálogo y la paz en Venezuela, el 7 de febrero en Montevideo", y sintetizó "Le escribí al Sumo Pontífice para pedirle su mejor esfuerzo y voluntad para ayudarnos a avanzar en el diálogo con la oposición".
Hasta el momento los países europeos Austria, España, Francia, Alemania, Suecia, el Reino Unido, Portugal y Dinamarca reconocen a Juan Guaidó como líder de Venezuela.En América del sur Guaidó cuenta con el apoyo del Presidente Macri y el resto de los presidentes de la región a excepción de Bolivia y Uruguay, que continúa en una posición neutra. Mientras que México, China, Rusia y Cuba reconocen a Nicolás Maduro como Presidente constitucional del pueblo Bolivariano.