En los días previos a los comicios en Brasil, organismos y expertos internacionales, que incluyen delegaciones oficiales de varios países, se hicieron presente en el país vecino para apoyar al Tribunal Superior Electoral en la transparencia del conteo de los votos. Como parte de la delegación argentina viajaron varios legisladores, entre ellos la diputada del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz.
“Vinimos acá a cumplir el mandato de fortalecer la democracia en la región”, explicó Tolosa Paz en una entrevista que concedió a PERFIL en la sede del Banco Nación en San Pablo. La legisladora reflexionó sobre su función como observadora internacional del comicio, pero además se refirió a las grietas políticas, tanto brasileña y argentina, y el futuro del vínculo bilateral.
La presencia de las delegaciones internacionales cobra especial relevancia en el marco de los reiterados ataques al sistema electoral por parte del aspirante a la reelección, el presidente Jair Bolsonaro.
Sus cuestionamientos a la fiabilidad de las urnas electrónicas (sin pruebas y por lo que es investigado por la Justicia) y las amenazas de que podría desconocer una eventual derrota encendieron las alarmas en los países de la región, indistintamente del color político, por lo que custodiarán el funcionamiento de la democracia del gigante de Sudamérica.
P: Respecto a la grieta brasileña, los episodios de violencia por motivaciones políticas registrados en la campaña y los ataques del jefe de estado al sistema electoral, ¿cómo evalúa el clima social?
TP: Ayer participé de una reunión en el Colegio de Abogados de San Pablo donde se hizo hincapié en que está instalado no solamente en Brasil sino en la región un clima violencia política, a diferencia de Argentina donde todavía se niega que exista ese tipo de violencia, incluso luego del intento asesinato la Vicepresidenta en ejercicio.
Que Jair Bolsonaro haya puesto en jaque o en duda el sistema de selección de candidatos que tiene 25 años le hace un daño a la democracia de Brasil en medio de una instalada creciente ola de violencia política. Si Lula incluso se impone en primera vuelta, como aspiramos y como queremos, también nos preocupa muchísimo una nueva escalada, por lo que tendremos mucha responsabilidad para seguir fortaleciendo el proceso democrático de toda Latinoamérica.
ꟷ ¿Cómo es su trabajo como observadora internacional?
ꟷ Uno de los ejes de campaña en Brasil puso en duda un sistema de voto electrónico de 25 años. Es una responsabilidad que tomamos como parte de la comitiva argentina ser observador internacional y cumplir el mandato de fortalecer el proceso democrático. Tuvimos capacitaciones con el observatorio electoral. En el Tribunal Superior Electoral (TSE) tuvimos un encuentro donde participaron legisladores de otras fuerzas políticas de otros países, e incluso de observadores de Washington.
ꟷ ¿Tuvo contacto con el juez supremo y presidente del TSE, Alexandre de Moraes?
ꟷ No, no estuve en contacto. Llegué el día jueves a la noche y vi el debate presidencial junto con nuestro cónsul. Me sorprendió positivamente la cantidad de mujeres que se presentaron a la candidatura a presidente: de once, cuatro están en esta posición.
ꟷ De siete candidatos que se presentan el 2 de octubre, dos son mujeres, en un país donde la mayor parte del electorado (53%) es femenino. ¿Qué piensa sobre esto?
ꟷ Creo que refleja la voluntad de Brasil y la región de involucrarse en los procesos de mayor participación de mujeres en política, pese a que Brasil tiene todavía pendiente lo que es la reforma de paridad de género. En julio tuve la posibilidad de recibir a Manuela Dávila, excandidata a vicepresidenta y legisladora nacional. Nos reunimos en julio en el Museo Evita de Buenos Aires, donde hablamos sobre la importancia de que si es que se da el triunfo de Lula da Silva como esperamos mucho que se dé, tendrá mucho que ver con el poder femenino. Éste se vio atacado por las descalificaciones y la política de exclusión del presidente Jair Bolsonaro. Eso por supuesto traccionó una fuerza muy potente de un apoyo contundente de las mujeres y de las universidades a Lula, que plantea otra sociedad que abrace a todas las posiciones en términos de la igualdad de género y de derechos a la hora de autodefinirse.
ꟷ El embajador Scioli anunció el “Acuerdo de Integración Argentina-Brasil”, que busca profundizar el vínculo binacional en materia energética e industrial. Pensando en 2023, ¿cómo evalúa el futuro de la propuesta?
ꟷ Creo que lograr políticas de Estado de integración regional, del fortalecimiento del Mercosur, permitirá no solamente a Argentina crecer sino que la alianza estratégica entre ambos países crezca independientemente de quién gobierne. Por supuesto que una mirada común entre los gobiernos permite que esas metas y objetivos se cumplan de manera más importante, pero también es cierto que la Argentina tiene un vínculo indisoluble gobierne quien gobierne, ya que somos socios estratégicos, entre ellos la industria tan grande como la automotriz en loq ue va a ser el mecanismo de electromovilidad de la región.
Cristina Fernández de Kirchner junto a Néstor lograron desarrollar esa industria a niveles que nunca habíamos tenido, con más de 750.000 unidades. Mauricio Macri nos dejó con un déficit comercial de 9.8 millones y con apenas 330.000 unidades. Recuperar eso tiene mucho que ver en la alianza que tenemos con Brasil pero que vamos a potenciar si Lula da Silva es presidente de la Nación.
ꟷ Para potenciar esas políticas públicas de largo plazo con proyección de desarrollo se necesita consensos que incluyan a todo el arco político. ¿Usted qué opina?
ꟷ Los vínculos a veces se dificultan porque hay posiciones dentro de la oposición política muy radicalizadas, como Patricia Bullrich negando el repudio al intento de magnicidio o la posibilidad de alguna mesa de diálogo. El diálogo es necesario para que podamos construir pilares estructurales fuertes del crecimiento, de desarrollo y que esto no esté obviamente a los vaivenes que tenemos acostumbrados lamentablemente a la política argentina. Las multinacionales, las automotrices deciden inversiones que tienen que tener previsibilidad y esa prioridad hace no ganar con leyes pero también con un gobierno que dialoga con la oposición y dice bueno, este es el camino para los próximos 20 años.