Narcos sin límites

La violencia de Rosario no termina en el caso Roccuzzo: mataron a un nene de 11 años en un cumpleaños

Dos sujetos balearon una casa del humilde barrio Los Pumitas, en el que se hacia un cumple infantil. Además del nene asesinado, una beba de 2 años recibió un tiro en un brazo, y dos chicos de 13 están internados graves, uno con heridas uno en el pecho y el otro con un disparo en la boca.

Balaceras callejeras en Rosario, una cadena de muertes que parece no tener fin. Foto: TELAM

Cuesta traducir en palabras lo que se vive en Rosario, que ya luce como una 'ciudad narco', en la que luchan por sobrevivir (o al menos que no les acierten las balas al azar) cientos de miles de personas que estudian o trabajan. En realidad se ven sitiadas por un universo de violencia cotidiana, casi demencial, mientras las autoridades analizan qué hacer y hablan de "multicausalidad", particular eufemismo cuando de eludir culpas se trata. La noticia de este domingo es escalofriante y se suma a tantas: un nene de 11 años fue asesinado esta madrugada en una balacera que se desató sobre una casa en la que se festejaba un cumpleaños infantil...

 El modus operandi fue el de siempre, el que ya ha costado centenares de crímenes en los últimos años, frente a la casa en que se celebraba ese cumpleaños aparecieron dos o tres sujetos armados, que descerrajaron sobre la vivienda una lluvia de balas, una de las le dio al infortunado chiquito en la cabeza. No fue ese el único dato terrible del ataque, porque una nena de 2 años recibió un tiro en un brazo y su cuadro es reservado, mientras que otros dos chicos, de 13 años, están graves al recibir un balazo en el pecho, y el otro en la boca...

Rosario, la capital de las balaceras: hay cada vez más ataques y una fiscalía inédita en el país

Como sobrevivir en ese universo de violencia resulta ya casi imposible, porque no importa "no tener nada que ver" con el imperio narco, ya que nadie está a salvo de estos ataques a balazos de sicarios, que cuando aparecen disparan a mansalva. En los últimos días el tema ganó todavía más notoriedad porque le dispararon al supermercado de la familia de la esposa de Lionel Messi, pero nadie está seguro de no quedar en medio de esos ataques sin tener nada que ver.

Mientras tanto, desde el gobernador Perotti al intendente Javkin, o el presidente Alberto Fernández y demás funcionarios nacionales, se comenta la realidad y se dice que "algo más habrá que hacer en Rosario".

Uno de los impactos de bala que recibió el local de la familia de la esposa de Lionel Messi, ataque en el que también dejaron una amenaza para el jugador.

Sobre el hecho de este domingo, el tradicional Diario la Capital de esa ciudad señaló que el ataque de sicarios se produjo en el humilde barrio Los Pumitas, cerca de la esquina de las calles Cabal y San José, alrededor de las 2.30 de la madrugada. Las causas, como siempre, no se conocen y trabajan en la investigación los pocos resortes que todavía luchan por seguir adelante con la tarea judicial en Rosario, tarea en la que los fiscales que se juegan la vida a diario.

Según se indicó, los chicos baleados fueron sorprendidos por la lluvia, que tal vez no los tenía como objetivos, pero los tuvo como víctimas.

"Estaba terminando el cumpleaños, había sido muy sencillo, con pizza y jugo, los chicos estaban en la puerta y empezó toda esta locura", le dijo uno de los familiares de los chicos a La Capital.

Así quedó el supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo tras ser baleado

Las pericias se limitaron a encontrar en el lugar las manchas de sangre y numerosas vainas servidas, todas de grueso calibre, y los autores del crimen escaparon por los pasillos de ese barrio, la policía los persiguió y no consiguió atraparlos, aunque llegó a una moto que abandonaron, que era robada, y además en una vivienda cercaca se hallaron armas con numeración limada, una ametralladora y varios silenciadores.

La moto, según se indicó, había sido robada en otro lugar de la ciudad el último 24 de febrero, y ahora el caso quedó bajo la lupa del fiscal Adrián Spelta, que estaba de turno en la Unidad de Homicidios Dolosos. Un área que en Rosario no tiene descanso.

 

HB