Entre bombas molotov y saqueos, el peso chileno cayó un nuevo mínimo
Los costos económicos de las protestas están aumentando. Las pequeñas empresas están en dificultades y las decisiones de inversión para el próximo año están suspendidas. El turismo cayó drásticamente, y los populares barrios comerciales están casi vacíos.
El peso chileno cayó este martes, 5 de noviembre, a su nivel más débil desde 2003, y las tasas de swap se encuentran en sus mínimos para este ciclo económico. Hay pocas señales de que cualquiera de ellos vaya a cambiar pronto. Las protestas masivas se acercan a su tercera semana, y la violencia continúa. Anoche, la televisión mostró a dos carabineras, como se conoce a la policía chilena, que ardían en llamas tras recibir el impacto de una bomba molotov, saqueos, barricadas y un vehículo policial que atropelló a un manifestante para luego alejarse rápidamente.
Obviamente esto va a afectar la moneda. El peso traspasó su línea de soporte a largo plazo y dejó por el piso sus promedios móviles. Las tasas reales ya son negativas, pero el banco central deberá continuar con la flexibilización. Por lo tanto, una recuperación del peso atraerá más ventas. El riesgo de ese escenario es que un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China respalda la moneda. También existe la posibilidad de que el banco central intervenga, aunque es difícil pensar por qué lo haría. En una economía de exportación, la debilidad monetaria es un poderoso estimulante.
Los costos económicos de las protestas están aumentando. Las pequeñas empresas están en dificultades y las decisiones de inversión para el próximo año están suspendidas. El turismo cayó drásticamente, y los populares barrios comerciales están casi vacíos. Aproximadamente un tercio de los chilenos vive en Santiago, donde el dañado sistema de transporte está afectando fuertemente la productividad. El consejo del gobierno para los propietarios de pequeñas empresas es asumir más deuda para capear la tormenta, pero no pasará mucho tiempo antes de que comiencen a aumentar los despidos laborales. A menos que el gobierno controle mejor esta situación, Chile podría enfrentar una recesión. Y es probable que para mejorar ese control se necesite un mayor gasto financiado con deuda.
Las cuentas en el extranjero han reducido las posiciones cortas del peso desde que comenzó la violencia, pero es probable que estén evaluando el panorama comercial de EE.UU. y China. El cobre representa aproximadamente 48% de las exportaciones de Chile, y China es el mayor comprador, por lo que un acuerdo comercial impulsaría un repunte del peso. La correlación entre el peso y el cobre ha disminuido drásticamente en el último tiempo, pero sigue existiendo. Los beneficios de los precios más altos del cobre a la larga se reflejarían en las expectativas de la inflación y la economía real, pero el impacto de un acuerdo comercial en los rendimientos locales sería menor que en el peso.
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