Las personas

En los cines argentinos, durante las décadas del 40 y 50, la ley 14226 obligaba a que, durante los intervalos (se daban varias películas), en los escenarios se presentara en vivo un acto de variedades. Diferentes artistas, músicos, cantantes, bailarines, malabaristas, magos, ventrílocuos y recitadores actuaban para promover sus cualidades.

Me contaba mi padre que la recepción del público era dispar de acuerdo a la propia disparidad del talento presentado. A las actuaciones se las conocía como los “números vivos”. Y más allá de la norma siempre me dio que pensar el concepto de “número vivo”.

El número es una invención humana, es algo abstracto que representa una cantidad o una magnitud. Escuchamos en exposiciones, fundamentalmente políticas, pero también médicas, económicas, sociales y policiales, números que intentan respaldar lo que se dice.

Curvas, picos, porcentajes, encuestas, estadísticas, parecen adornos que confieren erudición a lo que se expresa, pero los números no siempre dicen lo que parecen decir.

Sabina así lo confirma en su canción Y sin embargo, hablando de una pareja, sostiene “que dos no es igual que uno más uno”. Cuando entremezclamos números y personas se nos complican todas las ecuaciones, las operaciones y las fórmulas.

La ley de presupuesto, acaso la que más números conlleva, tiene media sanción y deja algunas consideraciones a analizar. Por un lado, para 2021, prevé una reducción del gasto público en 10,5% sobre este 2020, pues se eliminan el IFE y los ATP el año entrante, lo que significa que se estima que la pandemia ya no afectaría la economía desde el 31/12/2020 y no habría prevista una segunda ola de contagios.

Disminuye, en términos reales, la tarjeta alimentaria un 34% y la AUH (por hijo) ya que, a pesar de que aumenta un 16,1% si tomamos la inflación calculada se reduce un 12%, esto sin contar los 720mil nuevos/as niños/as alcanzados esta semana que la acortaría aún más.

Se reducen las transferencias a las provincias y las pensiones por invalidez. A las jubilaciones se las incrementaría a la par de la inflación, recordando que la proyectada para 2021 es del 30%, número que no parece sostenible para la mayoría de los economistas que estiman la inflación, sin crisis cambiaria, en el orden del 46%.

Hay aumentos, en términos reales, en programas vinculados a la violencia de género (Plan Acompañar) y algunos otros educativos. Los empleados del sector público nacional perderían 9% del salario con respecto a la inflación ilusoria del 30%.

Otros números. Hay un 13% de desocupación, mientras que la pobreza es del 41%, lo que significa que muchos, aún teniendo trabajo, son pobres, con el agravante de que por tener trabajo no reciben asignaciones especiales.

El salario mínimo en marzo del año que viene será de $21600 mientras que la canasta básica de hoy es de $45mil.

El crecimiento proyectado para 2021 es del 5,5% y el dólar cerraría en $101,6. Hubo una buena gestión de los intereses de la deuda que lograron posponerse aunque aún falta la negociación con el FMI.

Síntesis, haciendo las cosas perfectas de aquí en más, el presidente concluiría su mandato en 2023 con las mismas cifras que la tierra arrasada que dejó Macri.

Los peores números son los muertos de la pandemia por millón de habitantes y cada uno de los más de 30mil muertos, dolorosa cantidad.

Siempre hemos sostenido la necesidad de acuerdos entre las distintas fuerzas sociales de la Argentina. Oficialismo, oposición, empleadores, trabajadores y más. Convocatorias amplias y generosidad de cada parte para salir adelante. Pero en estos tiempos, para llegar a eso pareciera necesario un acuerdo previo de los que componen el gobierno. Cómo construir un pacto social si dentro del partido gobernante hay disputas y críticas.

Las matemáticas incluyen números naturales, reales, complejos y otros. No elijamos, entre tantos números, los irracionales, fraccionarios y negativos. Sumar y multiplicar. No restar ni dividir.

* Secretario General Organización de Trabajadores Radicales (OTR-CABA).