Paisaje y materialidad

“Mar Verde – Detrás de la trama”: una muestra que rescata la memoria sensorial del territorio tucumano

UGallery inauguró una nueva muestra que reúne a tres artistas tucumanas cuyas obras indagan la relación entre paisaje, memoria y materialidad. La propuesta, que invita a recorrer el territorio desde una mirada poética y crítica, podrá visitarse hasta marzo de 2026.

Arte, memoria y paisaje: así es Mar Verde – Detrás de la trama Foto: Pablo Jantus

En una tarde marcada por el encuentro entre gestión académica y sensibilidad artística, UGallery —el espacio de arte de la Universidad de Congreso— inauguró este viernes 28 de noviembre Mar Verde – Detrás de la trama, una exhibición que reúne a tres artistas tucumanas cuyas obras interrogan el territorio desde lo poético, lo simbólico y lo político. Marisa Eugenia Rossini, Florencia García Otta y Fernanda Villagra Serra construyen, desde lenguajes diversos, un ecosistema visual que aborda la memoria y la persistencia de aquello que permanece aun cuando parece disolverse.

Comenzó la semana del arte en Miami con Art Basel como uno de sus epicentros para el fin de semana

Pensada como cierre del primer año de la galería, la muestra invita a un recorrido donde bordados, grabados, pinturas y objetos dialogan en un entramado que habla tanto del paisaje como de sus huellas invisibles. El resultado es un espacio en el que la materialidad se convierte en una forma de pensamiento y, sobre todo, en un modo de recordar.

El territorio como archivo vivo

El eje que articula la exposición es el territorio: no como superficie cartográfica, sino como experiencia, como memoria encarnada y como zona de tensiones históricas. Tucumán —cuna de la independencia, pero también escenario de violencias estatales previas a la última dictadura— funciona aquí como un punto de partida desde donde las artistas despliegan operaciones de recuperación y relectura.

Esa dimensión histórica no aparece como discurso explícito, sino como inscripción silenciosa en cada trazo, puntada o textura. La curaduría, a cargo de Silvia Mechulán, Marina Graziano y Marcela Furlani, define la muestra como “un gesto de apertura hacia nuevas formas de pensamiento”, donde los oficios tradicionales vuelven a operar como soportes de memoria colectiva.

Tres miradas, un mismo pulso material

Fernanda Villagra Serra: el hilo como gesto de persistencia

Villagra Serra trabaja con textiles artesanales del norte argentino, materiales recuperados y elementos industriales de la vida cotidiana. Sus bordados funcionan como un archivo sensible: cada puntada fija lo efímero, cada trama replica el eco de las tejedoras locales y resignifica saberes ancestrales.

Hay en sus obras una poética de la fragilidad, donde el textil opera como metáfora de la supervivencia y como soporte para pensar aquello que, pese al desgaste, permanece.

Florencia García Otta: color, reciclaje y la fuerza de la yunga

García Otta transforma bolsas plásticas de descarte en hilos que, luego, devienen bordados sobre denim recuperado. Su proceso reimagina el ciclo de los objetos y multiplica sus posibilidades expresivas. Inspirada en los rebozos andinos y en los paisajes de yunga, sus superficies combinan gesto pictórico y delicadeza textil, en una dinámica donde el color se expande como emoción y memoria.

Sus pinturas dialogan con sus piezas bordadas, uniendo los lenguajes en un territorio híbrido atravesado por lo natural y lo íntimo.

Lo éxtimo a través del arte: eso que expone lo más íntimo, una “fractura expuesta”

Marisa Eugenia Rossini: grabar la memoria

Rossini presenta dos líneas de trabajo. Memoria de los objetos recupera piezas de la colección del Museo Casa Padilla, trasladándolas al grabado como acto de conservación y reflexión sobre el patrimonio. En Calipic, en cambio, toma materiales industriales —cintas adhesivas impresas con motivos cotidianos— para transformarlos en signos que cuestionan el valor simbólico de lo doméstico.

Ambas series se mueven entre registro e interpretación, proponiendo una lectura sobre la fragilidad del tiempo y de los relatos que construyen identidad.

Entre lo visible y lo que se desvanece

La muestra se sostiene en una idea central: cada obra es un rastro. Un intersticio entre lo que puede tocarse y lo que solo puede intuirse. El hilo, la línea y la estampa funcionan como estructuras de unión que suspenden el tiempo y vuelven visible aquello que suele quedar oculto.

El recorrido propone, así, un ejercicio de observación activa. Los visitantes se enfrentan a materiales que guardan historias —tejidos ancestrales, plásticos reciclados, objetos museísticos— y que, al ser recontextualizados, iluminan modos de habitar el presente.

La inauguración de Mar Verde – Detrás de la trama coincide con la apertura de la Trastienda UGallery, un espacio federal destinado a promover artistas de diferentes regiones y trayectorias. Allí conviven piezas en edición limitada, objetos y obras de autor en una propuesta que busca acercar la práctica del coleccionismo al público general.

Más de treinta artistas y proyectos participan de esta edición, que incluye desde artes visuales y cerámica hasta diseño textil y objetos experimentales.

La muestra "Mar Verde – Detrás de la trama"  permanece abierta al público de lunes a viernes, de 10 a 19, y podrá visitarse hasta el 20 de marzo de 2026 en UGallery (Posadas 1487). La entrada es libre y el espacio invita a recorrer, con tiempo y mirada atenta, un conjunto de obras que expanden la memoria y la sensibilidad del territorio tucumano hacia nuevas lecturas contemporáneas.