Cambios en el mercado inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires: alquileres temporarios y gentrificación

Airbnb y la llegada de residentes con mayor poder adquisitivo transforman barrios porteños. El 70% de los departamentos y casas de la plataforma están alquilados a turistas.

La llegada de plataformas de alquiler temporario acelera la gentrificación en la Ciudad de Buenos Aires Foto: CEDOC

El mercado inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires atraviesa un proceso de gentrificación que transforma barrios tradicionales y aumenta la presencia de alquileres temporarios, principalmente a través de plataformas como Airbnb. Según datos del sector, hasta 2024 se registraron 25.356 alojamientos temporarios, con una tasa de ocupación del 72% y un precio promedio por noche de 66 dólares, lo que generó aproximadamente 1.100 millones de dólares en la economía de la ciudad.

La gentrificación es la transformación de espacios urbanos más modestos en zonas más elegantes con la llegada de personas con mayor poder adquisitivo. En Buenos Aires, barrios como Villa Crespo, Chacarita y Paternal experimentan este fenómeno. Villa Crespo está valorizado un 23,5% más que antes y es reconocido como el mejor barrio por revistas de urbanismo.

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El proceso se inició en San Telmo en los años 80, continuó con Puerto Madero en los 90 y se consolidó en Palermo en los 2000, mientras que desplazó a los residentes originales y transformó la fisonomía de los barrios.

La llegada de plataformas de alquiler temporario acelera la gentrificación al provocar que las viviendas dejen de ser hogares y se conviertan en activos financieros. Esto provoca que menos vecinos puedan alquilar y los obliga a mudarse a otras zonas. El fenómeno se replica en barrios que se encuentran cerca de polos de atracción como Parque Patricios, que fue convertido en un polo tecnológico con inversiones estatales.

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Airbnb, en particular, concentra gran parte del impacto. El 70% de los departamentos y casas están alquilados a turistas, y la ciudad registra un 100% más de visitas a la plataforma que el año pasado. Este modelo transforma las propiedades en refugios de flujo económico: además de mantener su valor, generan ingresos continuos para quienes las alquilan, muchos de los cuales realizan tareas de limpieza, recepción y mantenimiento similares a un trabajo formal. Hasta 2024, se estimaron 58.000 puestos de trabajo relacionados con la operación de alquileres temporarios

Expertos advierten que esta dinámica no solo afecta la accesibilidad de la vivienda, sino que consolida un patrón de desplazamiento socioeconómico: los barrios que se gentrifican inicialmente irradian su influencia y eventualmente obligan a las personas de menores ingresos a trasladarse a zonas más alejadas, lo que reproduce la desigualdad urbana.

LS / EM