Rodolfo Santangelo: "Los bancos van a tener que adaptarse a recibir los dólares del colchón"
El especialista advierte que la ley de inocencia fiscal permite declarar dólares fuera del sistema, pero los bancos deben respetar las normas vigentes. Señala que estas divisas funcionan como resguardo y no impulsarán un aumento del consumo.
El especialista en economía Rodolfo Santangelo analiza la situación de los ahorros informales y la deuda pública en Argentina. "Los bancos van a tener que adaptarse a recibir los dólares del colchón", advierte en el programa de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190). Sostiene que, aunque la ley de inocencia fiscal facilita la declaración formal de divisas, su uso no generará un cambio inmediato en el consumo, ya que el argentino promedio las mantiene como resguardo seguro frente a la persistente incertidumbre macroeconómica.
El economista argentino Rodolfo Santangelo cuenta con una amplia trayectoria en análisis macroeconómico, política cambiaria y consultoría privada. Se desempeñó como presidente de la consultora MacroView, firma que cofundó con Carlos Melconian, y es un habitual analista en medios sobre temas económicos, tipo de cambio, inflación y políticas públicas. Además, posee formación en Economía por la Universidad de Buenos Aires y posgrados en la disciplina.
Agradecemos a Rodolfo que, en el último día del año, nos atienda como lo hizo durante todo 2025, mostrando consideración hacia nosotros y nuestra audiencia. Hay un tema actual, con toda su experiencia, que puede ayudarnos a analizar: el conflicto entre las cuatro asociaciones bancarias —bancos privados, bancos nacionales, cooperativas y bancos especiales— que enviaron una carta conjunta al presidente del Banco Central pidiendo una reunión urgente para definir cómo cumplir con el pedido del ministro de Economía, que textualmente dijo “no se hagan, no hinchen las pelotas”. Los bancos sostienen que formalmente siguen vigentes las normas del Central y que no pueden recibir dólares colchón. ¿Cómo lo ves vos, Rodolfo? Y al mismo tiempo, ¿qué importancia podría tener esto en el consumo y cuánta gente podría recurrir a este blanqueo indirecto?
El Congreso acaba de aprobar la ley de inocencia fiscal, por la cual, bajo ciertos mecanismos, se pueden incorporar al patrimonio activos no declarados, básicamente dólares de colchón. Yo creo que las entidades bancarias deben cumplir con las leyes vigentes. Esta ley no reemplaza otras normas, así que todas las disposiciones de la AFIP y otras entidades deberán cumplirse. Obviamente habrá que aplicar sentido común y razonabilidad, porque las obligaciones que debía cumplir el ciudadano en el pasado eran exageradamente detallistas y minuciosas; se controlaba más al honesto que al deshonesto. Pero fuera de eso, hay que cumplir la ley. Quien quiera depositar dólares en el sistema financiero deberá cumplirla. El Banco Central no puede dar una disposición que permita hacer lo que dice el ministro de Economía; esta ley, al no modificar otras normas, no permite que los bancos reciban dólares sin pedir el origen de los fondos.
No soy especialista en esto, pero hasta donde entiendo, el banco debe cumplir las normas. La información que hay que proveer es normal: uno está exceptuado de demostrar que ese dinero cumplió obligaciones tributarias, pero no está eximido de probar que no proviene de actividades ilícitas. Tampoco hay que dramatizar: la gente debe sentirse tranquila, los bancos cumplir sus normas y el ministro de Economía hacer declaraciones acordes a las leyes vigentes.
¿Y cómo impactará en la economía? ¿Habrá una puesta en circulación de los dólares colchón?
Creo que puede tener algún efecto como instrumento adicional. Los argentinos tienen muchos dólares fuera del circuito económico, en el exterior o en Argentina, en colchones o cajas de seguridad. Son instrumentos de resguardo frente a la incertidumbre. No es que no quieran gastar; simplemente es un seguro. La gente se sentirá más libre de reducir este ahorro cuando haya estabilidad macroeconómica. Si me preguntas por los próximos cinco años, si el programa de estabilización reduce la incertidumbre, reduce el riesgo país y alarga el horizonte de planeamiento, sí.
Desde la perspectiva de un lego, una persona que tiene $100.000 guardados como resguardo no obtiene rendimiento. Si los colocara en un banco, podría ganar, por ejemplo, 4% de interés anual, es decir $4.000, lo que no estaría mal. Hasta ahora, el temor a la AFIP impide incorporarlos al sistema financiero, lo que sería una forma de reactivar la economía.
El sistema financiero paga muy poco interés sobre los dólares y solo sobre cantidades pequeñas. Del universo de $35.000 millones depositados, una proporción ínfima recibe intereses. Por eso, los argentinos mantienen dólares como resguardo. Aunque el dólar pierde valor relativo por la inflación, el argentino promedio aún no aplica ese razonamiento. Si se reduce la incertidumbre macroeconómica y de mediano plazo, esta ley permitirá cierta seguridad sobre el control de la AFIP, sin eximir de demostrar que el dinero no proviene de actividades ilícitas.
En Estados Unidos, nadie tiene dólares guardados sin generar intereses; todo se invierte en fondos de inversión, que duplican capital cada siete años. En Argentina, el ahorro se mantiene en cajas, perdiendo valor.
¿Cuál sería tu consejo para alguien que guarda dinero como resguardo, aunque sea poco?
El argentino medio de patrimonios bajos o medios aún no tiene información ni calificación suficiente para asumir riesgos. Hay instituciones confiables y evaluaciones de riesgo. El mercado de capitales argentino es incipiente, dominado por activos públicos y bonos de deuda; el mercado accionario es pequeño y volátil. Por eso, el argentino prefiere pequeñas pérdidas antes que riesgos desconocidos. El desarrollo del mercado de capitales requiere estabilidad política y macroeconómica integral, pensando en el largo plazo, la jubilación y las inversiones. Argentina necesita décadas de estabilidad, acompañadas de crecimiento, empleo y rentabilidad.
Sobre los pagos de deuda en 2026, el ministro de Economía dijo que necesita endeudarse para cubrir deuda heredada. Considero que los riesgos están acotados gracias a la compra incipiente de dólares por parte del tesoro. Habría menor riesgo si la tesorería hubiera iniciado esta compra antes, a partir de abril, cuando bajó el riesgo país y se abrió financiamiento. Los vencimientos de 2026, 2027 y 2028 son altos, por lo que Argentina debe seguir un proceso permanente de renovación de deuda: pagar capital que vence y refinanciar intereses, con el objetivo de reducir el riesgo país de forma habitual, como en países estables. La clave es no colocar más deuda de la que vence y pagar intereses con superávit fiscal. Este es el primer paso: recién estamos en primaria, no en posgrado.
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Para 2026, no espero un año de boom, sino el inicio de un proceso largo de crecimiento, con inflación algo menor que este año. Cumplir con la acumulación de reservas, la compra de dólares y la reducción del riesgo país será fundamental.
MV
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