el acuerdo con el fondo

Cristina Kirchner busca cerrar la discusión por el FMI con un rápido tratamiento en el Senado

La vicepresidenta quiere poner punto final a un tema que la incomoda y que ya generó múltiples enfrentamientos internos. El debate arrancará mañana con la visita de Guzmán, que no pasará por su despacho en la previa.

Al frente. Cristina Kirchner presidirá la sesión en el Senado donde pretende dar por cerrado un capítulo controversial para el Gobierno. Foto: prensa senado

Cristina Kirchner ordenó un tratamiento rápido del proyecto que contiene el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Su urgencia no tiene que ver con darle apoyo, sino con sacarse de encima un acuerdo que la incomoda y con el que no coincide. Los senadores tendrán libertad de acción pero los legisladores más cercanos a la vicepresidenta preparan su voto en contra: ni ella ni Máximo Kirchner tendrán la carga en el futuro de haber mantenido al organismo internacional en el país.

El objetivo del Frente de Todos es que el proyecto que ya obtuvo media sanción en Diputados se trate el jueves en el recinto del Senado. Esa fue la orden que le dio Cristina Kirchner al jefe del bloque, José Mayans. El apuro de la ex jefa de Estado se debe a que no quiere alargar aún más una discusión que perjudica a la propia fuerza que gobierna. La vicepresidenta no entiende cómo el FMI gana la agenda diaria de un gobierno que debe estar enfocado en gestionar sobre los problemas reales de los argentinos. Tampoco entiende la celebración de la Casa Rosada ante el acuerdo.

Para poder tratarlo el jueves, Mayans necesita un acuerdo con la oposición y así conseguir los dos tercios necesarios para que llegue al recinto la próxima semana. La vicepresidenta le insistió que lo consiguiera.

La orden es que el tema llegue el jueves al recinto para lograr la sanción definitiva

A diferencia de Máximo K, ella no deberá votar ya que se descarta un empate. Se espera que Juntos por el Cambio aporte la mayoría de los votos y que desde la banca oficial sean los senadores que responden a los gobernadores quienes levanten la mano. El conteo lo hace el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Serían por lo menos 15 legisladores, de 35 que podrían acompañar el proyecto.

Cristina Kirchner no pondrá su voz en la discusión interna. Su mayor colaboración hasta ahora fue hacer silencio sobre el proyecto, aunque en el video en el que mostró los destrozos en su despacho volvió a marcar su fuerte crítica al FMI.

Horas antes de recibir a Martín Guzmán, será Mayans el que reúna a los oficialistas para decirles que hay libertad de acción: la ex jefa de Estado no hará ningún movimiento en contra del texto que mandó el Ejecutivo. Con quien sí habló sobre qué rol tener en el recinto es con los senadores de máxima confianza.

Legisladores como Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti no acompañarán el proyecto.

Después de la votación, los Kirchner seguirán manteniendo la épica que le imprimieron al rechazo al Fondo Monetario Internacional. Podrán mostrar que no tuvieron nada que ver ni con su regreso ni con que permanezcan en el país revisando las cuentas de manera trimestral mientras aseguran que se irá a un ajuste al que también planean oponerse.

El buen recibimiento que tuvo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la Cámara de Diputados no se replicará en el Senado. El funcionario expondrá en la Comisión de Presupuesto y Hacienda presidida por el oficialista Ricardo Guerra. Será recibido por Mayans pero no tendrá un paso previo por el despacho de la vicepresidenta.

Después de los daños por el ataque de manifestantes, la oficina comenzará a ser reparada durante este fin de semana. La vicepresidenta no tiene ningún apuro, ya que no está en su agenda un encuentro con el ministro al que critica, entre otras cosas, por ocultarle el verdadero acuerdo al que llegó con el Fondo Monetario Internacional.

Al kirchnerismo no le preocupa ser una porción minoritaria en el Frente de Todos

La división del oficialismo también quedará expuesta en esta votación, algo que puede ser celebrado por la oposición, pero que no preocupa al kirchnerismo. Tampoco se muestran inquietos por ser la porción minoritaria dentro del FdT que rechace el acuerdo. Están convencidos de que aun así continúan siendo los que fraccionan la mayor cantidad de votos dentro de la alianza.

Pero la discusión interna parece estar lejos de diluirse. El kirchnerismo rechaza el programa que presentó Guzmán, al que llama “plan de ajuste”. La incógnita es si dejarán que Alberto Fernández avance en este sentido o habrá una reconfiguración del funcionamiento de la alianza.

Los caminos que se abren son dos: el Presidente avanza en la gestión sin abrir la discusión interna sobre los próximos meses de su gobierno o acepta una mesa en la que se debatan las futuras decisiones. Esta última opción es empujada por Sergio Massa, quien tiene que convencer a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner para que se sienten a participar.

La vicepresidenta lo escribió en una de sus cartas: las reuniones que mantuvo durante la gestión con quien eligió como candidato a presidente en mayo de 2019 fueron, en su mayoría, solicitadas por ella. Alberto Fernández y Cristina Kirchner volvieron a intercambiar mensajes esta semana por los incidentes en el Senado, pero no avanzaron mucho más. ¿Estarán dispuestos a gobernar juntos?