"El golf llena un poco el vacío”

A un año de su retiro, el tenista Andy Murray tiene una nueva pasión: el golf

El escocés tricampeón de Grand Slam dejó en 2024 las canchas de Wimbledon y ahora se dedica al golf. Con un hándicap de 2.4, apunta al Open 2027 y prioriza a su familia, sin extrañar el tenis.

Andy Murray ha tomado el golf como una nueva pasión y busca un nuevo desafío competitivo Foto: instagram

Un año después de su retiro del tenis profesional, Sir Andy Murray, el exnúmero uno mundial que conquistó tres títulos de Grand Slam, encontró en el golf una nueva pasión. 

El escocés de 38 años pasa hasta seis horas diarias en el Beaverbrook Golf Club, cerca de Leatherhead, Surrey, donde entrena con un hándicap de 2.4 y aspira a competir en la clasificación regional del Open Championship de 2027. 

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Según contó en una entrevista con el diario británico The Sunday Times, Murray no extraña el tenis, dedica su tiempo libre a su familia y dejó atrás las canchas para enfocarse en su vida como padre y golfista aficionado. 

Nacido el 15 de mayo de 1987 en Dunblane, Escocia, Murray se convirtió en profesional en 2005 tras ganar el US Open junior en 2004. Su ascenso fue meteórico: debutó en el Top 100 de la ATP ese año y alcanzó la final de los US Open en 2008. 

En 2012, conquistó su primer Grand Slam en Flushing Meadows al derrotar a Novak Djokovic en cinco sets, convirtiéndose en el primer hombre británico en ganar un major desde Fred Perry en 1936. Ese mismo año, se llevó el oro olímpico en Londres al vencer a Roger Federer en la final de singles.

Entre 2013 y 2016, Murray vivió su apogeo: ganó Wimbledon en 2013 y 2016 —terminando con 77 años sin un campeón británico masculino— y las Finales ATP de 2016, alcanzando el número uno mundial. Sumó 46 títulos ATP, dos oros olímpicos (Londres 2012 y Río 2016) y lideró a Gran Bretaña a la Davis Cup de 2015, aportando 11 de los 12 puntos del equipo. 

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Su decisión de contratar a Amélie Mauresmo como entrenadora en 2014 fue un hito, destacada por la prensa británica como un gesto progresista en un deporte dominado por hombres. A lo largo de su carrera, acumuló cerca de £50 millones en premios, según el Times.

Sin embargo, las lesiones marcaron su ocaso. Una cadera deteriorada en 2017 requirió múltiples cirugías, y en 2024, un quiste espinal limitó su movilidad. Nunca volvió a pasar de la tercera ronda en un Grand Slam tras 2017, pero persistió en el circuito Challenger y en Wimbledon, donde su último partido fue en dobles junto a su hermano Jamie en julio de 2024, perdiendo ante Rinky Hijikata y Max Purcell. Con 1.001 partidos de singles jugados, Murray se retiró tras las Olimpiadas de París 2024, cerrando 19 años de carrera.

El adiós de Murray a las canchas y un nuevo desafío: competir en el golf

El retiro de Murray fue un proceso gradual. En Wimbledon 2024, jugó dobles con Jamie pese a un quiste que comprimía un nervio en su espalda, limitando el control de su pierna. "El problema no era el dolor, sino que no tenía control total de mi pierna [...] pero solo quería jugar en Wimbledon una vez más", explicó a The Sunday Times

La ceremonia de despedida incluyó a figuras como Djokovic, Martina Navratilova y John McEnroe en Centre Court, con un video que repasó su evolución desde un joven temperamental hasta un ícono querido. "Estaba muy emocionado, pero feliz [...] fue una señal de que estaba listo", relató.

Preocupado por el vacío post-retiro, consultó psicólogos meses antes, temiendo problemas financieros o de salud mental, como le ocurrió a Björn Borg, quien reveló en su autobiografía reciente haber sufrido sobredosis tras retirarse. 

"Esperaba extrañar el tenis porque lo amo [...] pero no ha sido difícil en absoluto", afirmó, destacando que no juega ni entrena tenis salvo con su esposa Kim o sus hijos. Sus trofeos están guardados en el sótano, y las fotos de su carrera, relegadas al baño de su casa.

Murray canalizó su disciplina atlética hacia el golf, un deporte que apenas practicaba durante su carrera debido a una cirugía de espalda en sus veintes. Ahora, en el exclusivo Beaverbrook Golf Club, entrena hasta seis horas diarias tras dejar a sus hijos en la escuela, de 9 de la mañana hasta la hora de ir a buscarlos. 

"Llego a las 9 y me quedo hasta que tengo que recoger a los niños [...] es algo en lo que practicar y mejorar, y no lo encuentro aburrido", explicó. Miembros del club reportan verlo practicando antes y después de sus rondas, con un hándicap reducido a 2.4, cercano al nivel scratch.

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Su objetivo es competir en la clasificación regional del Open Championship de 2027, un torneo abierto a amateurs con hándicap scratch por £200, donde unos 2.000 jugadores buscan uno de los 16 cupos finales. 

Murray debutará en el Alfred Dunhill Links Championship en octubre, un evento del DP World Tour que empareja amateurs con profesionales. Firmó un patrocinio con Callaway, que le proporciona lecciones con entrenadores destacados. "Jugué en el campeonato del club en Beaverbrook y fue lo más divertido que he tenido en golf [...] quiero jugar más eventos", señaló.

Andy Murray busca equilibrio entre el golf y su vida familiar

Casado con Kim Sears desde 2015, Murray es padre de cuatro hijos: Sophia, Edie, Teddy y Lola y después de muchos años de giras mundiales que lo alejaron de casa, ahora prioriza la vida familiar. "Llevé a dos de mis hijos a lecciones de golf, luego al entrenamiento de fútbol de mi hijo. Los sábados salimos a cenar en familia", detalló, enfatizando su deseo de recuperar el tiempo perdido. 

Murray rara vez ve partidos de tenis: se perdió la final de Roland Garros 2025 entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, y solo muestra interés por Alcaraz, a quien jugó golf y compara con Ronaldinho por su estilo alegre y habilidad impredecible.

Probó ser entrenador de Djokovic entre enero y mayo de 2025, alcanzando las semifinales del Australian Open, pero derrotas en arcilla ante jugadores como Alejandro Tabilo y Matteo Arnaldi llevaron a una separación amistosa. "Al principio lo disfruté, pero los resultados no fueron los esperados [...] fue una oportunidad única, pero no quiero volver a eso pronto", afirmó. 

También descartó el periodismo deportivo tras una experiencia en Wimbledon 2018 que calificó de "horrorífica", aunque recibió elogios. "En el tenis, todos los comentaristas tienden a estar de acuerdo, no me interesa eso ahora", dijo, añadiendo que evita críticas públicas a jóvenes como Jack Draper o Emma Raducanu para no desmotivarlos. Con Raducanu, tras un malentendido en Wimbledon 2024 por su retiro del dobles mixto, aclaró: "Intercambiamos mensajes y todo está bien".

Murray dice que vive sin nostalgia por el tenis, enfocándose en el golf y su familia. Su rutina diaria combina prácticas intensas en Beaverbrook con actividades escolares y deportivas de sus hijos. Aunque no espera llegar a St Andrews en 2027, la competencia lo motiva: "El golf llena un poco el vacío [...] me asombra cuánto ayudan los profesionales". 

Con una fortuna sostenida por premios y patrocinios pasados, Murray enfrenta su retiro con una estabilidad que contrasta con los altibajos de su carrera, marcada por 1.001 batallas en la cancha y un legado como el tenista que devolvió la gloria a Gran Bretaña.

 

LV/ff