Último adiós

Ricardo Piñeiro: finalizada autopsia, amigos lo despiden en un cementerio privado

Con una ceremonia discreta, amigos y ex modelos, despiden a Ricardo Piñeiro. El manager de la moda tenía 67 años.

Ricardo Piñeiro. Foto: CEDOC PERFIL

Con la autopsia ya terminada que tuvo que realizarse como parte del protocolo que se aplica a muertes dudosas, el adiós a Ricardo Piñeiro será hoy en un cementerio privado de Zona Norte. Allí se congregarán amigos de quien fuera uno de los dos managers de modelos que dominaron la escena de la moda argentina de los años 90. Esta despedida se maneja con discreción porque la aparición de un hermano de Ricardo modificó lo que tenían preparado el círculo de amistades íntimo  Por eso, el domingo también habrá una misa en la iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón, donde Piñeiro colaboraba en tarea social todos los viernes.

Ricardo Piñeiro con alguna de sus modelos en un desfile en Punta del Este.

Profesional. Hubo una época en Argentina donde las modelos se dividían entre las “Soy de Piñeiro” o “Soy de Dotto”. Y si eran muy amigas de ellos decían: “Soy de Richard” o “Soy de Pancho”. El concepto de supermodelos que a fines de los años 80 y en la década del 90 subió al pedestal a Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Kate Moss o Christy Turlington, en Argentina lo manejaron unicamente dos personas: Pancho Dotto y Ricardo Piñeiro. Sólo ellos y sus bookers tenían a las supermodelos nacionales.

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Así como entre las “chicas “chicas Dotto” y las “chicas Piñeiro” la rivalidad era una excepción que rara vez iba más allá del backstage de los desfiles, la que se tenían ambos managers era manifiesta pero hay pocos o nulos registros de cruces mediáticos entre ellos.  Para ambos, el escándalo no  era negocio, no cotizaba. Corrían los años noventa en una Argentina donde “el uno a uno” menemista abrió para la moda local un mercado que habilitó a Ricardo Piñeiro y a Pancho Dotto profesionalizar el concepto de manager habiendo sido ambos modelos. Eso les facilitó tener una vision global del negocio. A su vez, ambos crearon sus respectivas agencias las que, cada verano, mudaban a Punta del Este. Y por supuesto, fue sin duda la época donde manager y modelos top ganaron mucho dinero.

Piñeiro fue modelo en los años 80; en los 90 fue uno de los dos grandes managers fashion

En el “mundo Piñeiro” estaban, entre otras,  Mariana Arias, Andrea Frigerio, Daniela Cardone, María Vázquez, Lorena Ceriscioli, Julieta Prandi, Lorena Giaquinto, Ingrid Grudke o Dolores Trull. Años después y con el reality SuperM llegarían Paula Chávez y otras más. En el “mundo Dotto” se ubicaban Elizabeth Marquez y Araceli González –las dos primeras que cotizaron como tops–, Valeria Mazza –hasta que su marido se convirtió en manager– Carolina Peleritti,  Daniela Urzi, Paula Colombini, Roxana Zarecki, y por supuesto Dolores Barreiro y Carolina “Pampita” Ardohain.

Ricardo Piñeiro tenía 67 años y tenía una estilo d vida de bajo perfil.

Con María Vázquez, de quien fue manager.

Con Karina Rabolini.

A Pancho Dotto siempre se le reconoció su excelente ojo para descubrir talentos. Y en esa búsqueda tenía una intensidad para, sobre todo, ofrecerlas a los medios para hacerlas crecer a través de notas que podía resultar excesiva. En el caso de Piñeiro, ese manejo de promoción de su porftolio de bellezas era más sútil pero igualmente sabía el poder que en ese entonces tenían, sobre todo las revistas, para potenciar a las modelos.

Postales. Por mucho de todo esto, Ricardo Piñeiro y Pancho Dotto ocuparon sendos tronos en el que, sin duda, fue el momento más económicamente productivo que vivieron las modelos argentinas. Y además, las tops, tenían el rango de celebridad: si vida privada era tan atractiva como su vida profesional. Por eso también ese legado visual que deja en Argentina la década del noventa: Piñeiro y Dotto, Richard y Pancho, tienen su lugar asegurado rodeados de sus modelos top.

Momentos | Ricardo Piñeiro en acción: dando clase de pasarela.

En un desfile de famosas y modelos.

Con Dolores Trull.