La galería MCMC inauguró la muestra colectiva Monocromos II: microrrelatos que reúne obra de cinco artistas argentinos con la curaduría de María José Herrera.
La exposición surge como una continuación de "Monocromos", una muestra colectiva que se presentó en el año 2010 en el Centro cultural Recoleta con obras de Marcelo Boullosa, Eduardo Costa y Horacio Zabala.
En esta oportunidad también participan Adriana Cimino Torres y César Paternosto que se suman al conjunto expositivo conformado por pinturas, dibujos, grabados y esculturas, que no son las mismas que se expusieron en la primera muestra.
En esta segunda exposición, que retoma los principios originales que dieron sentido a aquella de hace casi diez años, la curadora propone reconocer cuáles son los relatos posibles a partir del espectro monocromo, al que otorga un significado que lo vincula más a su carácter reductivo que al uso de un color único en la obra.
Según Herrera, el monocromo tiene una vasta tradición en nuestro país y se conecta con el Arte Concreto, el Madí, el Perceptismo, los neoconstructivismos de los años 40 y el informalismo matérico.
"La muestra reúne a artistas que tienen que ver con la geometría y con el conceptualismo, todos son pintores y todos son dibujantes, aunque pertenecen a dos generaciones diferentes", señala María José Herrera en diálogo exclusivo con PERFIL.COM.
"Lo que los une es una actitud, una similitud en la actitud, que es pensar que menos es más (una frase muy famosa de Mies van der Rohe) y que tiene que ver con que la geometría puede expresar simplemente con un plano de color, o una superficie activada mínimamente”.
En ese sentido, Herrera afirma que el trabajo de los artistas reunidos en la muestra está “en el camino de Malévich, del constructivismo ruso, pero con las cosas nuevas del arte contemporáneo".
Son múltiples las lecturas que pueden hacerse de las piezas exhibidas, desde la superposición de capas de pintura que realiza Eduardo Costa para dotar de volumen a una técnica habitualmente bidimensional, hasta el desplazamiento de la pintura hacia los contornos del bastidor en las series de Paternosto que dejan al lienzo desnudo, aunque cargado de nuevos significados.
"El monocromo tiene una vasta tradición argentina que lo conecta con el Arte Concreto-Invención, el Madí, el Perceptismo, los neoconstructivismo de los años 40s y su opuesto, el informalismo matérico".
María José Herrera, Licenciada en Artes.
Adriana Cimino se vale de recursos digitales para imprimir sobre papel de algodón sus Torres de la oscuridad, una serie de cuadros con tonos plenos, en tanto que Boullosa se vale del concepto de la repetición y la gestualidad del trazo.
Los elementos pictóricos parecen ser protagonistas y dar el carácter a los objetos. Sin embargo Herrera sostiene que el agente común que define al conjunto es la voluntad de llevar a la mínima expresión alguna de las características de la plástica, ya sea el color, la materia, la composición o el significado de la obra.
"Un monocromo significa tener una visión del arte reductiva".
María José Herrera
“En esta muestra se trató de darle una vuelta de tuerca a lo que era esa abstracción sin composición, sin color de los años 40 o 50. Acá puede haber color, mucho color, puede haber brillo. Básicamente un monocromo significa tener una visión del arte reductiva. O sea reducir a la mínima expresión todo”.
La galería MCMC fue fundada en 2014. Desde su apertura realizó diversas exposiciones colectivas e individuales y participó en diferentes ferias de arte moderno y contemporáneo de la Argentina y el exterior.
La galería se encuentra en Av. Presidente Figueroa Alcorta 3032, PB, CABA y puede visitarse de lunes a viernes de 11.00 a 19.00. El teléfono de contacto es 5411-4804-3597.