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Descanso de caminantes, ocho obras enlazadas en una muestra colectiva

En un espacio del barrio de Chacarita se presenta una exposición en la que el artista Sergio Bazán establece vínculos entre obras de diferentes artistas, en referencia a una obra póstuma de Bioy Casares.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman. | María François

La Fundación Cazadores presentó en el espacio de exposiciones Imán la muestra colectiva Descanso de caminantes, que reúne obras de nueve artistas con la curaduría de Sergio Bazán.

La muestra toma su nombre de una obra póstuma de Adolfo Bioy Casares, un libro que reúne anotaciones y reflexiones breves del escritor sobre su impresión acerca de situaciones comunes de la ciudad o sucesos de su vida cotidiana.

Bazán realizó una selección de obras con diferentes formatos y temáticas que marcan hitos sobre los cuales detenerse para establecer una conexión diferente con cada propuesta de acuerdo a los contenidos que plantean sus autores.

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De esta forma se encuentra un paralelismo con el libro de Bioy, en el que se pasa de un párrafo a otro y se lleva una sensación distinta de cada uno para conformar un todo que se completa con la historia previa que trae el lector y su interpretación subjetiva.

"El artista es una persona que siempre está caminando, se sienta para mirar la obra que hizo y la obra que va a hacer", señala Bazán, en referencia al proceso creativo a partir del cual surgen las ideas que luego se materializan en obras. 

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Luciana Levinton interviene las páginas de viejas revistas de arquitectura. (Foto: María François)

"El artista va mirando. Cuando va por la calle y ve cosas que otro descartaría, él ve una composición, ve un color, le da un nuevo significado. Entonces se detiene, descansa para mirar y volver a caminar" señala el curador de la muestra.

La exhibición comienza con la obra de Luciana Levinton en la que interviene las páginas de viejas revistas de arquitectura de la década de 1970 con formas orgánicas sobre las que traza nuevas vistas y plantas de proyectos específicos realizados por arquitectas mujeres. De esta forma revaloriza las obras a las que no se daba espacio en las publicaciones de esos años. 

Bazán aprovecha una dificultad del espacio y lo capitaliza al romper el cuadrado de la grilla expositiva y crear una nueva estructura modular tomando como vector cada una de las páginas intervenidas.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Mirtha Bermegui. (Foto: María François)

A esa aparente dureza formal proveniente de la arquitectura el curador contrapone la obra de Mirtha Bermegui en la que se vale de recursos digitales para componer una suerte de cómic del erotismo que empuja los límites de la sexualidad y crea imágenes imposibles por medio de la fantasía.

El trabajo de Gaspar Acebo es el registro de una intervención en el espacio de arte Kamm realizada con papel de seda inflado que tenía el objetivo de cubrir todas las paredes de una sala. 

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Gaspar Acebo. (Foto: María François)

De esta manera la obra reproducía el espacio completo y al ser replegado logra, en cierto sentido, capturar ese espacio habitable y contenerlo para siempre, ya que no puede volver a expandirse. Gestos, palabras, ecos de los pasos de los visitantes dejan su impronta y quedan encerrados en un nuevo objeto.

La arquitectura vuelve a aparecer en la imagen de un arco de triunfo intervenida por Ana Seggiaro en base a un grabado de Durero. A través del bordado meticuloso, la barbarie encarnada en formas blandas invade y se apropia de los trazos rígidos que delinean una construcción atravesada por textos e imágenes renacentistas.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Ana Seggiaro. (Foto: María François)

Por su parte, Chiachio & Giannone presentan una obra que forma parte de una serie de piezas inspiradas en las pinturas y mosaicos que sobreviven en las ruinas pompeyanas.

Se trata de un biombo intervenido por textiles y bordados con diseños de la Modernidad sobre los que añadieron sus autorretratos.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Chiachio & Giannone. (Foto: María François)

Las instalaciones de Manuel Ameztoy llevan su sello indiscutible. En esta muestra expone una obra que Bazán ubicó de manera estratégica como la proa de una nave a punto de atravesar la sala.

Los trabajos de Ameztoy nunca son iguales a sí mismos. Cada recorte, cada espacio virtual abre un nuevo paisaje con variaciones de luces, sombras y colores a los que se suma el movimiento sutil del papel.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Manuel Ameztoy (Foto: María François)

La obra de Mirta Kupferminc está apoyada en un profundo trabajo de investigación llevado a cabo por la artista en base a archivos históricos del holocausto.

La artista crea imágenes a partir de viejas fotografías del Ghetto de Lodz tomadas en forma clandestina por el artista Mendel Grossman que fueron enterradas por el fotógrafo Henryk Ross y recuperadas al finalizar la guerra.

Desde su trabajo, Kupferminc propone rever el rol de las víctimas fotografiadas y convertirlas en sujetos activos que miran. La artista se sumerge en el espacio fotografiado y cambia el punto de vista a la vez que contrapone la mirada de Grossman a la del relato oficial.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Mirta Kupferminc. (Gentileza Fundación Cazadores)

Finalmente, Myriam Jawerbaum establece una relación entre el hambre y la escena bíbilica en que Caín se desentiende ante Dios de la responsabilidad de cuidar a su hermano tras haberlo matado.

Así, la artista reflexiona sobre las decisiones que tomamos gracias a un aparente libre albedrío que tal vez no exista, ya que estamos influidos por mandatos culturales que nos impiden desaprender conductas que asumimos como naturales.

Descanso de caminantes. Muestra colectiva en Iman.
Myriam Jawerbaum. (Foto: María François)

Bazán decidió ubicar la obra sobre el piso, lo que resultó un gran acierto ya que añade una nueva lectura a la obra: aquello que es indispensable para la vida, es ofrecido como las sobras de los que están hartos en platos entregados como limosna.

El visitante tendrá la oportunidad de ver intereses y posturas diferentes y ahí reside la audacia de Bazán, quien hizo una selección de obras que dio como resultado un conjunto heterogéneo y a la vez coherente.

La exposición Descanso de caminantes puede visitarse de martes a sábado de 15.00 a 19.00 en la sala Imán de la Fundación Cazadores, Villarroel 1440, Ciudad de Buenos Aires, hasta el 21 de octubre, con entrada libre y gratuita.