Durante el mes de junio se cumplen 40 años de la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978 que se realizó en la Argentina, bajo la más sangrienta dictadura cívico militar que haya gobernado nuestro país.
Como ya había sucedido tantas otras veces en la historia, el deporte fue utilizado para ocultar la realidad que se vivía, haciendo uso de su potencial propagandístico. El ejemplo más claro hasta entonces habían sido los juegos olímpicos de Berlín de 1936, durante los los que se intentó mostrar a la Alemania Nazi como una potencia pacífica. Aún dos años más tarde, los juegos tuvieron su película documental, la multipremiada Olympia, en la que los atletas arios eran comparados con semidioses de la antigüedad clásica.
El Mundial '78 fue la oportunidad para que la junta militar intentara ofrecer al mundo una imagen positiva, de un país pujante, ordenado y pacífico, con el objeto de acallar la creciente ola de críticas y repudio a la violación sistemática de los derechos humanos que llegaba desde el exterior.
En París tuvo su epicentro el Comité de Boicot a la Organización del Mundial de Fútbol en la Argentina (COBA), cuya principal meta era impedir la realización de la Copa del Mundo en el país. El objetivo fracasó pero en contrapartida logró llevar a las tapas de los diarios del mundo la situación que se vivía en la Argentina. La prensa internacional que llegó al país se puso en contacto con familiares de desaparecidos y pudo obtener de primera mano y en el lugar de los hechos la información sobre las víctimas del terrorismo de estado.
En este contexto, la Junta Militar puso en marcha el "Operativo Copa del Mundo 1978" que incluyó la remodelación de los estadios de River Plate, Vélez Sarsfield y Rosario Central y la construcción de los estadios de Córdoba, Mar del Plata y Mendoza, además de la puesta en valor de la infraestructura aeroportuaria y hotelera y la remodelación del canal 7 que pasó a llamarse Argentina Televisora Color.
El Mundial de Fútbol se llevó a cabo bajo estado de sitio, cuando ya había miles de desaparecidos y detenidos en campos de concentración clandestinos. Desde el gobierno se propagaban mensajes como "Los argentinos somos derechos y humanos" o "El silencio es salud" que apuntaban a evitar el compromiso de los ciudadanos con cualquier situación que hiciera visible la coyuntura que se vivía en el país.
La exhibición "Tiren papelitos": El Mundial '78 entre la fiesta y el horror, se propone recuperar la complejidad y el espesor de un tiempo atravesado por profundos contrasentidos.
Desde su título, recuerda la consigna que el personaje del dibujante Caloi, “Clemente”, lanzó como consigna en respuesta al mensaje oficial que instaba a vivir el mundial de forma "limpia" y "ordenada" a través de la voz del relator José María Muñoz.
A partir de un trabajo de investigación llevado a cabo en conjunto por Memoria Abierta, el colectivo de periodistas NAN y el Parque de la Memoria, la muestra se vale de diversos materiales que incluyen testimonios audiovisuales, documentación de archivo y obras de arte contemporáneo.
La muestra tendrá lugar en la Sala PAyS del Parque de la Memoria, Av. Costanera Norte Rafael Obligado 6745, desde el 15 de junio hasta el 20 de agosto. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 10.00 a 17.00 y los sábados, domingos y feriados de 11.00 a 18.00 con entrada libre y gratuita. El viernes 15, día de la inauguración, se proyectará mapping 3D sobre el pabellón de entrada a las 19.00, 19.15, 19.30 y 19.45.
En forma paralela, Memoria Abierta y el colectivo de periodistas lanzaron con la colaboración de la Embajada del Reino de los Países Bajos en la Argentina la web Papelitos, 78 historias de un Mundial en dictadura, que narra a través de 78 relatos la coexistencia en la Argentina de 1978 del terrorismo de Estado y la alegría por la hazaña deportiva.
Tanto la muestra como la web Papelitos son una gran oportunidad para reflexionar sobre la utilización de la pasión popular que despierta el fútbol por medio de los estados represivos para ocultar en las sombras y dejar en segundo plano las situaciones conflictivas que vive a diario la ciudadanía.