El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró una muestra dedicada a Norah Borges

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró la exposición "Norah Borges. Una mujer en la vanguardia", que reúne con la curaduría del historiador y diplomático Sergio Alberto Baur un conjunto de alrededor de 200 pinturas, grabados, dibujos, objetos y fotografías de la artista provenientes de 28 colecciones públicas y privadas. 

La muestra está organizada en once núcleos que ayudan a recorrerla en base a los diferentes temas que abordó quien fuera hermana del escritor Jorge Luis Borges así como a través de los distintos períodos y roles que asumió como artista y crítica de arte. 

"Es la muestra más exhaustiva de Norah Borges que se ha hecho nunca" expresó Andrés Duprat, director del MNBA, durante la presentación para la prensa en la que estuvo PERFIL.COM. 

"Es una artista que ha recorrido el siglo XX de una manera silenciosa y discreta, tuvo la fortuna y la desgracia de tener un hermano tan brillante y genial como Jorge Luis Borges que sin quererlo la ha eclipsado. Pero ella siempre se sintió cómoda en ese lugar tan discreto" opinó Duprat.

El director del MNBA destacó además que la muestra se inscribe dentro de la voluntad manifiesta de las autoridades de la institución de “presentar a artistas mujeres que han estado soslayadas en la historia del arte”.

En dos muestras preliminares con ejes en los principios estéticos y aspectos de la vida política y social de nuestro país que fueron abordados en base a la revista Claridad y el periódico Martín Fierro, la artista apareció como miembro de los grupos de la vanguardia argentina entre las décadas del '20 y del '40.

"A Norah no la podíamos enmarcar solamente en esa vanguardia de dos décadas donde acompañó a una gran cantidad de intelectuales, sino que queríamos llevar su obra a un punto más lejano de su propia biografía", señaló Sergio Baur.

El guión museográfico incluye textos de poetas, críticos y artistas que escribieron en los años en que Borges trabajaba y dan un marco adecuado para ubicar la obra en el contexto de las vanguardias y la modernidad.

"Hemos decidido no hacer tantos textos personales de cada núcleo, sino utilizar las mismas fuentes de la historia del arte" expresó Sergio Baur, quien además manifestó que la muestra “nos va a invitar a reflexionar no solamente sobre la obra de una artista argentina, sino también sobre el rol de la mujer artista en el siglo XX”.

El recorrido está organizado en base a los núcleos “Infancia”, “Norah, una artista ultraísta”, “Norah Borges en la vanguardia” I y II, “Cartografías”, “Quintas y viaje a España”, “Norah ilustradora”, “Españoles de tres mundos”, “Salas de pintura y dibujo”, “Norah por Jorge Luis Borges” y “Manuel Pinedo: Norah Borges crítica de arte en los Anales de Buenos Aires”.

“La exposición no deja de ser un alegato a la memoria, una lectura de nuestra propia historia y por otro lado ha sido concebida tratando de sondear, bucear y profundizar en lo que es el archivo de Norah Borges” subrayó el curador. 

“Por ello no sólo hay obras sino que se rescatan cartas, postales u obras de otros artistas pertenecientes al museo que tienen el mismo valor expositivo dentro de la muestra”.

La exposición abre con un retrato de Norah Borges de los años 40, parte de una serie realizada por la fotógrafa franco-alemana Gisèle Freund en su viaje a la Argentina que da la bienvenida al público y lo introduce en la modernidad.

A partir de allí se pasa a la primera sala que se constituye en un núcleo fundamental en la historia de la artista donde se exponen grabados, técnica que aprendió en la Escuela de Bellas Artes de Ginebra, Suiza, durante la Primera Guerra Mundial.

A al vez, durante este período recibe la influencia de artistas representantes del expresionismo alemán que se exilian en Suiza para huir de los horrores de la contienda bélica.

Al finalizar la guerra los hermanos Borges se instalan en Madrid, donde Norah hace sus primeras colaboraciones como ilustradora en grandes revistas ultraístas españolas como Grecia, Baleares y Ultra (esta última es la que da el nombre al movimiento artístico de vanguardia).

A su regreso a Buenos Aires, su hermano intenta dar un nuevo impulso a la escena cultural y literaria local, a la que había encontrado muy deprimida y casi estancada en los albores del siglo XX.

Para ello participa en una publicación mural llamada Prisma, donde aparecen el manifiesto ultraísta junto a textos de poetas españoles y argentinos. Luego Norah Borges colaborará como ilustradora en las ediciones siguientes, además de participar en revistas como Proa, Martín Fierro y Valoraciones.

Además ilustró libros de escritores como Borges, Victoria y Silvina Ocampo, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Eduardo Mallea, Ricardo Molinari, Concha Méndez Cuesta, Carmen Conde, los españoles exiliados en la Argentina Rafael Alberti y Ramón Gómez de la Serna, y los chilenos Luis Enrique Délano y Humberto Díaz Casanueva.

Acompañada por un poema que Silvina Ocampo dedicó a Norah Borges, la serie de pinturas sobre quintas refleja una construcción mágica e idílica en donde la artista rescata determinados elementos iconográficos y arquitectónicos inspirados en las quintas de las afueras de Buenos Aires de las décadas del ‘20 y el ‘30. 

La serie de cartografías, por su parte, muestra un costado ingenuo y romántico de Norah. Se expone un plano de Asia que Victoria Ocampo tuvo colgado en la pared de su despacho junto a otros más pequeños entre los que se destacan dos planos que realizó para quien luego sería su esposo, el crítico y poeta español Guillermo de Torre, sobre el cual trazó el recorrido que harían desde el puerto de Buenos Aires hasta su casa en Palermo luego de volver a la Argentina.

En tanto, la serie de pintura y dibujo muestra la influencias de vanguardias como el expresionismo alemán y el cubismo además de temáticas que hacen referencias a la historia del arte. A su vez, llaman la atención los rasgos infantiles o de adolescentes en todos los personajes retratados en su pinturas aunque los modelos fueran adultos, una característica que, según Baur, habla de que los niños son para la artista aquellos a quienes el arte debe rendir tributo.

Otro ejemplo de este gesto es La anunciación, donde tanto la virgen como el ángel están vestidos como niños de los años 40. Este cuadro, que acompañó a Jorge Luis Borges durante sus últimos años de vida, se expone sobre una gigantografía realizada a partir de una fotografía original en la que se ve al escritor en primer plano con la pintura colgada sobre la pared que se encuentra a su espalda.

La exposición incluye también libros y revistas originales ilustrados por Norah Borges, además de objetos de colección como poemas, escritos y dibujos que la artista realizó durante su infancia o libros que atesoró durante toda su vida artística.

Por su parte, una sala está dedicada al rol de crítica de arte que tuvo Norah e incluye obras de los artistas Berni, Fray Guillermo Butler, Cándido Portinari, Enrique Policastro, Raquel Forner, José Gutiérrez Solana, Onofrio Pacenza, Ramón Gómez Cornet y Laura Mulhall Girondo que forman parte del acervo del Museo Nacional de Bellas Artes y se exponen junto a textos críticos que ella escribió en ocasión de las exposiciones en que las pinturas fueron mostradas.

La diversidad de obras, objetos, escritos y fotografías expuestos hacen de ésta una muestra ideal para conocer o redescubrir la obra de una artista que estuvo en contacto con los protagonistas más destacados de la escena cultural de su tiempo.

La muestra “Norah Borges. Una mujer en la vanguardia” se puede visitar hasta el 1 de marzo en el Museo Nacional de Bellas Artes, Av. del Libertador 1473, CABA, de martes a viernes de 11.00 a 20.00 y sábados y domingos de 10.00 a 20.00 con entrada gratuita para residentes en el país. El valor de la entrada para visitantes extranjeros es de $200.-