Se espera que el presidente Andrés Manuel López Obrador anuncie un aumento en el gasto público esta semana, lo que se sumará al estrés que ha provocado una caída en los activos mexicanos. Apenas dos semanas después de asumir el cargo, López Obrador probablemente presentará planes presupuestarios para aumentar el gasto en proyectos de pensiones, educación e infraestructura, en un momento en que la caída de los precios del petróleo ya está reduciendo los ingresos fiscales, según las propuestas de la nueva administración. Todo se financiará mediante una campaña de reducción de costos que para muchos inversionistas es sólo una ilusión. El nuevo presidente planea enviar al Congreso su propuesta de presupuesto para el próximo año el sábado en la tarde, según el coordinador de la cámara baja de su partido.
Los aumentos de gasto mayores a lo esperado o las previsiones de un superávit presupuestario primario más estrecho podrían generar nuevos declives en el peso, el cual se desplomó durante el período previo a la elección del político de izquierda el 1 de julio, y luego se recuperó a medida que Obrador intentó apaciguar los mercados. Ahora los inversionistas están nuevamente en suspenso y revisarán con lupa los planes de reducción de costos, para ver si el nuevo gobierno puede cumplir sus promesas de disminuir la carga de la deuda.
Quizás lo más importante que veremos sea "si dependen demasiado de los ahorros derivados de los aumentos de eficiencia", afirmó Edwin Gutiérrez, administrador de dinero en Aberdeen Asset Management en Londres. "Eso siempre es decepcionante", afirmó.
Inversionistas extranjeros retiraron más de US$ 20.000 millones en acciones y bonos mexicanos en los dos meses finalizados el 30 de noviembre.
Dicha situación se produjo por el enfoque menos favorable para el mercado que adoptó López Obrador; esa es casi la cantidad que entró durante los dos años finalizados el 30 de septiembre, según datos de Bloomberg.
"El peso mexicano podría debilitarse aún más si el presupuesto no es como se esperaba o si se presenta una caída durante el año de la implementación", afirmó Ernesto Revilla, director de economía latinoamericana de Citigroup Inc., quien trabajó como economista jefe y ayudó a elaborar las propuestas presupuestarias del Ministerio de Hacienda durante el gobierno del antecesor de López Obrador.
El número más importante que verán los inversionistas es el balance primario proyectado, que excluye los pagos de la deuda nacional.
México registró su primer superávit primario en casi una década el año pasado, tras los esfuerzos del gobierno por reducir el gasto. Esto ayudó a salvaguardar las calificaciones crediticias de la nación de una posible rebaja. El nuevo ministro de Finanzas, Carlos Urzúa, ha prometido ampliar el excedente proyectado del 0,7 por ciento del producto interno bruto de este año a 1 por ciento.
El dinero para eso provendrá de la consolidación de varios programas sociales, la eliminación de desperdicios y un empeño anticorrupción que, según López Obrador durante su campaña, ahorraría hasta 500.000 millones de pesos (US$24.000 millones) al año.
El nuevo presidente se ha comprometido con varios proyectos costosos, incluido un tren turístico en la península de Yucatán y una nueva refinería de petróleo de US$8.000 millones. También ha prometido 120.000 millones de pesos para pensiones y más de 35.000 millones de pesos en becas para estudiantes.