La incertidumbre es si los británicos van a comenzar a gastar a conforme las medidas de aislamiento se relajan y las empresas vuelven a abrir, o si mantendrán el efectivo ante el temor a perder su trabajo en medio de lo que se espera que sea la recesión más profunda durante al menos un siglo. Su respuesta determinará la rapidez de la recuperación económica y podría influir en el nivel de apoyo que el Gobierno y el Banco de Inglaterra continuarán proporcionando.El ministro de Economía, Rishi Sunak, quien se prepara para anunciar nuevas medidas de impulso económico, reconoció en una entrevista la semana pasada que restablecer la confianza de los consumidores es crucial para las perspectivas económicas, a pesar de que los balances de los hogares están razonablemente sólidos.
Los hogares agregaron un récord de 25.600 millones de libras (US$32.000 millones) en sus cuentas, lo que elevó el total en los últimos tres meses a 56.600 millones de libras, dijo el Banco de Inglaterra el lunes.
Los hogares agregaron un récord de 25.600 millones de libras (US$32.000 millones) en sus cuentas
Por otra parte, los consumidores redujeron los balances de las tarjetas de crédito y otros préstamos no garantizados por tercer mes, pagando 4.600 millones de libras en total. Las pequeñas y medianas empresas asumieron grandes préstamos para hacer frente a los problemas de flujo de efectivo causados por el confinamiento.Otras cifras mostraron que la demanda hipotecaria se debilitó aún más a pesar de la reapertura del mercado de la vivienda para enseñar propiedades a mediados de mes. Las aprobaciones cayeron a solo 9.300, una tercera parte del mínimo durante la crisis financiera de 2008.
El aumento del desempleo y la creciente aversión al riesgo de los prestamistas hacen que sea poco probable que el mercado inmobiliario vaya a mejorar drásticamente. Nationwide Building Society ha elevado este mes el pago de entrada mínimo que los compradores de viviendas por primera vez deben realizar, del 5% al 15%, para protegerse contra la posibilidad de una caída de los precios, lo que suma decenas de miles a los costos de comprar una casa en las áreas más caras del país.