Los países de la región Asia-Pacífico están luchando contra rebrotes del coronavirus, y un dato está dirigiendo las respuestas de los Gobiernos: la proporción de casos sin una indicación clara de cómo ocurrió la infección.
Estos pacientes no pueden vincularse a otras infecciones confirmadas o brotes existentes, lo que indica cadenas de transmisión ocultas. Una proporción cada vez mayor de tales casos en los repuntes de una ciudad lleva a Gobiernos, como el de Australia o Hong Kong, a tomar medidas amplias y contundentes, llevando a ciudades enteras a condiciones de confinamiento.
Los gobiernos están tomando medidas contundentes por el rebrote
“Difícilmente se puede contener el brote porque no se tiene idea de dónde saldrán los casos después”, dijo Yang Gonghuan, ex subdirector general del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China. “Cuanto más casos hay en los que se desconocen los orígenes, más aumenta la dificultad para la contención”.
En contraste, una baja proporción de casos de orígenes desconocidos significa que las autoridades pueden permanecer relativamente relajadas, como en Corea del Sur y Japón, incluso si el total diario de nuevas infecciones llega a cientos. Estos países pueden adoptar un enfoque específico y ágil, cerrando escuelas o lugares de trabajo donde hay focos de infecciones, pero permitiendo que el resto de la población viva normalmente.
Este dato es una señal reveladora de si los repuntes en todo el mundo estallarán en olas más grandes, y si los residentes deben preparase para una vuelta a los cierres. He aquí un desglose de cómo algunos lugares que combaten repuntes están usando las cifras para guiar sus respuestas:
- Hong Kong: Medidas muy estrictas
El centro financiero asiático disfrutó de tres meses de normalidad antes de un repunte por sorpresa este mes que parece ser la peor ola de su historia. Las infecciones de “orígenes desconocidos” han aumentado a la mitad de todos los casos locales nuevos, lo que indica que están surgiendo de todos los rincones.
La antigua colonia británica ha reaccionado rápidamente, imponiendo las restricciones más estrictas a la ciudad de 7,5 millones de personas. Las escuelas comenzaron las vacaciones de verano antes de lo previsto mientras que bares, gimnasios y playas han cerrado. Las reuniones públicas están limitadas a cuatro personas y los que no lleven mascarilla en el transporte público recibirán una multa de 5.000 dólares de Hong Kong (US$645).
- Melbourne, Australia: De vuelta al confinamiento
Los cinco millones de residentes de Melbourne están en medio de un cierre de seis semanas ordenado por el Gobierno debido a una nueva ola de infecciones por coronavirus en el estado de Victoria, el 51 por ciento de las cuales son de origen desconocido o aún se está investigando. El brote se está propagando a Sídney, generando temores de que la mayor ciudad de Australia pueda convertirse en un nuevo epicentro.
La cuarentena, que incluyó la prohibición de que 3.000 residentes de bloques de torres de viviendas públicas abandonaran sus apartamentos durante varios días hasta que todos se sometieran a pruebas, es similar a los estrictos controles impuestos en Wuhan, la ciudad china donde surgió el virus por primera vez. La medida convirtió a Australia en una de las únicas democracias occidentales en exigir que las personas no puedan salir de sus hogares.
Un rebrote de casos en Beijing preocupa a las autoridades chinas
- Tokio, Japón: Incremento preocupante
Denominados “infecciones por rutas desconocidas” por las autoridades japonesas, la proporción de estos casos en el nuevo brote que comenzó hace aproximadamente un mes fue inicialmente baja, de alrededor de un 20%. Esa fue la razón que citó el Gobierno para tomar pocas medidas relativamente y continuar abriendo la economía y la sociedad.
Pero la proporción de casos de origen desconocido ahora ha aumentado a alrededor del 45 por ciento, lo que genera alarma. Si bien el Gobierno japonés no tiene poder legal para obligar a las empresas a cerrar, la situación ha llevado al ministro de Economía del país, Yasutoshi Nishimura, a adoptar un tono más severo respecto a los clubes nocturnos, advirtiendo que se les puede pedir a algunos que cierren si no cumplen con las recomendaciones. El miércoles, Tokio elevó su nivel de alerta al más alto en una escala de cuatro puntos y pidió a las personas que modificaran su comportamiento para evitar una mayor propagación.
“Debemos asegurarnos de que esta ola no aumente y desencadene un estado de emergencia”, dijo Nishimura el martes. “Siento que nos estamos acercando a ese supuesto”.
- Corea del Sur: Reacción relajada
El país asiático, que fue elogiado por su éxito en controlar el virus a través de pruebas rápidas y un seguimiento intenso de contactos sin medidas de cierre, continúa manteniendo una compostura relativa frente a los repuntes. Esto probablemente se deba al hecho de que solo una décima parte de los casos nuevos en Corea del Sur en las primeras dos semanas de julio provino de rutas de transmisión desconocidas.
Si bien las autoridades han introducido sistemas electrónicos de entrada y salida en áreas de alto riesgo como gimnasios y clubes nocturnos, no han tenido que imponer medidas amplias que restrinjan el movimiento de las personas, incluso cuando los casos nuevos diarios oscilan entre 30 y 60 más, a veces más que los de Hong Kong.
La aparición de esta categoría de casos y su influencia en la política de contención se debe a la insidiosa capacidad de infección del coronavirus, una cualidad que le ha permitido propagarse ampliamente en poco tiempo. Hay mucho que los científicos aún desconocen sobre cómo se comporta el virus, por ejemplo si permanece en el aire y por cuánto tiempo, o cómo se pudo identificar el origen de un brote en un embalaje de camarones importados en China.
“Estos focos de infecciones inexplicables todavía son relativamente bajos en esta región”, dijo Yang. “Pero cuando aparecen, hay más preocupación sobre el futuro”.