Fingir un divorcio es uno de los engaños utilizados por las parejas chinas desesperadas por eludir las restricciones nacionales a la propiedad.
Pero una familia en la ciudad de Lishui ha llevado la estafa a límites extremos, acumulando 23 bodas y divorcios en un solo mes.
Con el ardid pretendían ganar una mayor compensación por la demolición de su casa para la construcción de un nuevo complejo. Según el sistema, cada miembro del hogar tenía derecho a 40 metros cuadrados de espacio en la nueva promoción.
Todo comenzó cuando el señor Pan, quien vivía en la casa, volvió a casarse con su ex esposa, con lo cual ella cumplía los criterios del plan de compensación, según informó el martes el periódico oficial de la ciudad. Dos semanas después, se divorció de ella y se casó con su cuñada, agregándola al plan.
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Y así sucesivamente. Cada nuevo miembro de la familia ampliaba la cantidad de espacio que debía otorgarse en compensación, hasta que las autoridades del Gobierno descubrieron que la casa de repente era el hogar de 13 personas, y arrestaron inmediatamente a 11 de ellas, según informó el rotativo.
Se trata de un caso extremo en un país obsesionado con la propiedad, donde los que quieren comprar una vivienda tienen que superar toda una serie de restricciones, pero es más comprensible dado que los precios de las propiedades en Lishui han subido hasta un 31% en los últimos dos años, según el proveedor de datos Fangjia.com.
