José Luis Espert, aspirante de derecha a la presidencia sustenta su candidatura en una plataforma de políticas económicas liberales nunca antes implementadas en una de las naciones más proteccionistas de Sudamérica. El economista y comentarista televisivo de 57 años señala que al gobierno de Mauricio Macri le ha faltado firmeza en políticas comerciales, fiscales y laborales.
"No hay solución dentro del sistema", comentó Espert en una entrevista en la sede central de Bloomberg en Nueva York. "Hay que cambiar el sistema".
Espert aporta ideas no convencionales a la segunda mayor economía de la región, que atraviesa una segunda recesión en tres años y cuya moneda anota el mayor debilitamiento dentro de los mercados emergentes. Macri, que postulará a la reelección el 27 de octubre, lucha por cambiar un país conocido por los controles de capital, la imprevisibilidad y el desprecio por los inversores extranjeros.
Como candidato del Partido Libertario, Espert apunta a terminar con “un siglo de decadencia” a través del libre comercio, recortes en el sector público y una modificación de las leyes laborales que datan de la década de 1940, cuando al mando del país estaba Juan Domingo Perón, campeón de los trabajadores.
José Luis Espert dio a conocer los tres pilares de su plan de gobierno
Si bien es probable que obtenga solo un pequeño porcentaje de los votos --según sus propias estimaciones cuenta con un siete por ciento de respaldo-- el autoproclamado seguidor de Milton Friedman y la Escuela de Economía de Chicago asegura que su candidatura servirá para inculcar la necesidad de una modernización política.
"Me sentiría conforme con que las ideas del sentido común estén en el tapete", manifestó Espert. "Si la gente no vota por nosotros, Argentina permanecerá en un pantano de decadencia".
Macri recurrió al Fondo Monetario Internacional en 2018 luego de que los inversores, preocupados por el déficit fiscal, vendieran sus posiciones en Argentina. Si bien el gobierno actual ha luchado por controlar el gasto por temor a la agitación social, Espert asevera que puede despedir a 1,5 millones de empleados de Gobierno, aproximadamente el 40 por ciento de la fuerza laboral pública, sin enfrentar una avalancha de críticas. Eso porque intervendría el sector privado, que disfruta de una carga fiscal más liviana, planteó.
Con muchos votantes desilusionados con Macri pero no dispuestos a volver a su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, otros candidatos sienten que se abre una oportunidad.
"Se ha abierto una puerta de desconfianza en la política tradicional, que ha abierto la mayor oportunidad en 15 años", indicó Espert.
Durante su visita a Estados Unidos, Espert detalló que se reunirá con bancos como UBS, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y Bank of America, así como con el Cato Institute y el Inter-American Dialogue.
También se reunirá con el FMI. La línea de crédito récord de US$57.000 millones que el organismo otorgó a Argentina no será suficiente para cumplir con las obligaciones de deuda en los próximos años si los prestamistas mantienen las tasas demasiado altas, añadió Espert. Como presidente, pediría aún más dinero para que el país pueda cumplir con sus compromisos.
