Goldman Sachs ve un lento crecimiento para América Latina en 2022
Goldman Sachs Group Inc. ve a América Latina aquejada por un crecimiento lento y una inflación persistente el próximo año, incluso cuando las economías más grandes de la región se recuperan de una contracción histórica inducida por el covid .
Goldman Sachs Group Inc. ve a América Latina aquejada por un crecimiento lento y una inflación persistente el próximo año, incluso cuando las economías más grandes de la región se recuperan de una contracción histórica inducida por el covid .
“De cara al futuro, se espera que la pandemia sea menos crítica en la configuración de la perspectiva macroeconómica”, escribieron los economistas de Goldman Alberto Ramos, Sergio Armella y Daniel Moreno en una nota de investigación publicada el martes. “En esta etapa, el fácil crecimiento de recuperación ya se ha cosechado en gran medida”.
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El coronavirus mató a cientos de miles de personas en toda la región y afectó a las principales industrias mientras los gobiernos trabajaban para contener los brotes y obtener vacunas. Ahora, después de un fuerte repunte y una creciente inmunidad al virus, Goldman prevé que el crecimiento del PIB se desacelerará al 2% en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú en 2022 debido a la rápida inflación, los elevados costos de endeudamiento y la incertidumbre política.
La región se ha visto afectada por el aumento de los precios al consumidor, provocado por el alza de la demanda de servicios y los costos de la energía a medida que millones de personas intentan volver a sus rutinas previas a la pandemia. Si bien se proyecta que los precios alcancen su punto máximo este trimestre, la inflación “probablemente no abandonará fundamentalmente la escena hasta 2023”, escribieron los economistas, y agregaron que “un entorno de crecimiento moderado persistente y un progreso socioeconómico lento aumenta el riesgo de cicatrices sociales y políticas disruptivas”.
Se espera que el aumento de las expectativas de inflación, así como los riesgos políticos y de política, “lleven a los bancos centrales a adoptar posturas de política neutrales a restrictivas”, escribieron.
