La sequía y temperaturas extremadamente altas que han empeorado con el cambio climático en toda Europa han provocado niveles récord de incendios forestales en el continente, que han quemado un área equivalente a cerca de una quinta parte de Bélgica.
Los incendios forestales en la Unión Europea consumieron 660.249 hectáreas de terrenos durante el año hasta el 13 de agosto, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), que proporciona actualizaciones semanales sobre los incendios. El área quemada este año es más de tres veces el promedio entre 2006 y 2021.
La cantidad de incendios en el bloque está en su nivel más alto desde al menos 2006: hasta mediados de agosto se registraron 2.300 siniestros, superior al total de cualquiera de los últimos 16 años completos. La combinación de sequía y una serie de olas de calor que han sofocado a Europa en las últimas semanas ha provocado que gran parte del continente permanezca en condiciones de peligro de incendio alto, extremo o muy extremo durante la mayor parte del verano, según el Programa Copernicus de Observación de la Tierra de la Unión Europea.
Calor extremo en Europa: incendios y más de 1000 muertos por las altas temperaturas
Si bien a los científicos les toma tiempo determinar si un desastre específico como inundaciones o incendios está directamente relacionado con el cambio climático, los llamados estudios de atribución han determinado que el calentamiento global hizo que fuera 10 veces más probable la ola de calor que provocó temperaturas de 40 °C por primera vez en el Reino Unido. La misma ola de calor provocó temperaturas récord en el suroeste de Europa.
España ha sido el país más afectado por los incendios, con 245.500 hectáreas quemadas hasta mediados de agosto, casi seis veces más que el promedio para esta época del año y más que la superficie quemada de cualquier año completo desde al menos 2006, según los primeros datos disponibles públicamente en el sitio web de EFFIS. Rumania, Francia y Alemania también están experimentando patrones inusuales de incendios este año.
Las emisiones de carbono de los incendios de Francia, que también contribuyen al calentamiento del planeta, son las más altas desde 2003, según Copernicus, que utiliza satélites para monitorear estas emisiones. El humo de los siniestros también está empeorando la calidad del aire en todo el continente, mientras que las altas temperaturas también resultaron en una contaminación de ozono extremadamente alta, indicó la agencia en un comunicado en julio.
ED