En el comunicado difundido tras la cumbre del Grupo de los 20 el sábado, los líderes de las mayores economías del mundo aceptaron que el sistema mundial de normas que rige el comercio desde hace decenios tiene fallos. La Casa Blanca dijo que la declaración era una victoria para la agenda proteccionista de Donald Trump.
El comunicado del Grupo de los 20 fue la culminación de largos días de conversaciones. Algunos representantes dijeron que el mero hecho de que hubiese un comunicado era un buen resultado, dado el intenso desacuerdo sobre temas como el comercio, la inmigración y el clima. Aun así, el lenguaje suavizado señala más retos para los defensores de la globalización y de instituciones como la Organización Mundial del Comercio.
La declaración emitida al final de la reunión de dos días en Buenos Aires, Argentina, omitió por primera vez una referencia al riesgo del proteccionismo. Si bien los líderes reconocieron los beneficios del comercio multilateral, dijeron que el sistema "no está cumpliendo con sus objetivos y hay margen para una mejora". Se comprometieron a reformar la OMC, el principal organismo mundial de reglamentación comercial, y lo debatirán en su próxima reunión en junio en Japón.
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Un alto cargo de la Casa Blanca elogió el documento, en particular el lenguaje que aboga por cambios en la OMC y el comercio mundial. La adición a la redacción para explicar la decisión de Trump de salir del acuerdo climático de París también fue bien recibida por Estados Unidos, dijo el cargo. Si bien el comunicado decía que los signatarios del acuerdo lo consideran irreversible, se incluyó una línea distinta sobre la posición de Estados Unidos.
Estados Unidos fue el que obtuvo mejores resultados de los 20 asistentes, de acuerdo con Thomas Bernes, miembro distinguido del Centro de Innovación de Gobernanza Internacional de Canadá.
"Ésta es la redacción más suave sobre el comercio que hemos tenido", dijo Bernes. "Los 19 decidieron enterrar sus diferencias y emitir un comunicado suavizado, lo que plantea dudas sobre su capacidad para mostrar un liderazgo decidido".
El anfitrión de la cumbre, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, dijo que la reforma de la OMC era necesaria para un comercio justo y un juego limpio, un lenguaje que Trump usa a menudo. Sin embargo, no todos vieron el acuerdo como una victoria para Washington, y los delegados de países no estadounidenses expresaron su postura después del comunicado.
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"Desde mi punto de vista, es una victoria para el multilateralismo", dijo Marcello Estevão, viceministro de Finanzas de Brasil.
Svetlana Lukash de Rusia dijo que el comunicado fue un "gran éxito" y mostró que no se habían desperdiciado cinco días de redacción. La cumbre "se salvó", agregó. "Solo tener el comunicado fue un éxito".
La ausencia de una referencia a los riesgos del proteccionismo no fue sorprendente dado que muchos miembros del G-20 han intensificado sus barreras al comercio, dijo un alto cargo que participó en las discusiones. Los negociadores de China y Europa también presionaron por un texto en el comunicado sobre la necesidad de una reforma de la OMC, por lo que no fue una victoria solo para Estados Unidos, agregó el representante.
Como suele ocurrir en los comunicados del G-20, algunos de los problemas más apremiantes quedaron al margen. Varios líderes hablaron de la agresión rusa contra Ucrania en el estrecho de Kerch directamente con Vladimir Putin, pero no hubo ninguna referencia a ésta en la declaración. Tampoco se mencionó la preocupación de muchos líderes por el brutal asesinato del columnista disidente Jamal Khashoggi en octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
